LEY BONILLA
Dice GABRIELA DE LEÓN, presidente del Instituto Electoral y en sus ratos libres productora de higos para exportación, que el organismo está listo para llevar a cabo las elecciones de diputados locales en agosto o septiembre, y descartó por completo que el proceso electoral se pudiera diferir para el próximo año, como lo sugirió el oportunista de BENITO RAMÍREZ, o como ahora lo propone también de forma convenenciera el dirigente estatal del PAN, JESÚS DE LEON TELLO.
La sentencia emitida por la Suprema Corte de Justicia la semana pasada, en contra de la pretensión del gobernador de Baja California, JAIME BONILLA de extender su periodo de dos a cinco años, sentó un precedente definitivo que impide que, como lo sugiere Benito, el periodo de los actuales diputados se pueda alargar un año más.
Chuy de León en cambio propone que el periodo de los actuales diputados no se alargue, pero que a partir del 1 de enero se nombre a 25 legisladores interinos. Sin embargo esa figura no está contemplada en nuestra Constitución, por lo que tomar una medida así, del todo arbitraria, sería completamente ilegal.
FORTALECIDOS Y DEBILITADOS
Cuando termine la pandemia y las cosas retornen a su “nueva normalidad”, los ciudadanos tendremos que hacer un balance del comportamiento que tuvieron nuestros políticos y gobernantes durante el tiempo que duró la contingencia, y sin duda habrá algunos que, por haber cumplido con su trabajo, saldrán fortalecidos; mientras que otros, por no haberlo hecho, terminarán debilitados.
Del lado de los cumplidos, no cabe duda, deberán de estar el gobernador MIGUEL RIQUELME; el alcalde de Saltillo, MANOLO JIMÉNEZ; el de Ramos Arizpe, CHEMA MORALES; el de General Cepeda, JUAN SALAS; los diputados EMILIO DE HOYOS, JAIME BUENO y MARCELO TORRES; el secretario de vivienda, JERICÓ ABRAMO, por mencionar tan solo a algunos de los que se han mantenido día a día en el frente de batalla, llevando apoyos a la gente y preocupados por su bienestar.
En cambio, del lado de los que han fallado, habría que poner en primerísimo lugar al presidente LÓPEZ OBRADOR, por haber impulsado en plena pandemia a la gente para que se diera besos y abrazos, y por haber sostenido que la enfermedad se cura con estampitas y amuletos. Además, por haber dejado solas a las empresas y a los empresarios, sin importarle el cierre de cientos de miles de fuentes de trabajo y el derrumbe de la economía en todo el país.
Al alcalde de Torreón, JORGE ZERMEÑO, por haber desdeñado las medidas de seguridad que se le sugirieron, y por haber impedido el trabajo del personal de la secretaría de salud para prevenir más casos.
Al diputado federal LUÍS FERNANDO SALAZAR, por haber acusado a los médicos del IMSS de robarse medicamentos y otros insumos para después venderlos en Mercado Libre, sin haber presentado una sola prueba de su acusación.
Al ex candidato a todos los cargos habidos y por haber, MEMO ANAYA, por olvidar que cada año sale a las calles para pedirles el voto a los ciudadanos, pero, ahora que los ciudadanos ocupan de su ayuda, no se ha vuelto a saber nada de él.
HACIENDO SU LUCHA
Otro que sin ser político, pero que siempre ha aspirado a serlo, es MARIO RICARDO HERNÁNDEZ, quien desde hace días se ha hecho presente en algunas colonias de Ramos Arizpe, municipio que aspira a gobernar bajo el cobijo de MORENA, repartiendo despensas y otros apoyos entre la población vulnerable. Lo raro del asunto es que, en redes sociales, Mario Ricardo publicó un agradecimiento al secretario de gobierno, CHEMA FRAUSTRO, por haber hecho posible la entrega de esos apoyos. Chema, como todo mundo sabe, es un priista de hueso colorado, con probada lealtad para su partido. De tal forma que suena muy inverosimil que ahora pudiera estar apoyando las aspiraciones de un militante de otro partido, aunque sea su amigo. Aquí hay gato encerrado, ¿no cree usted?