UN AÑO CON AMBOS PIES

Inicia un nuevo año, y aunque no es el mismo año para todos, pues solo en el calendario gregoriano estamos en el 2020, para el calendario chino es el 4716, 1442 para los musulmanes, 5789 para los hebreos y 4352 para los norcoreanos, entre muchos otros. Pero más que el número, lo interesante es la ocasión, porque en todas las latitudes, naciones o culturas nos gustan los inicios. Ese fue el gran impacto de las sociedades iniciáticas, del bautismo de los rituales de iniciación que permiten un nuevo arranque. Nos gustan las segundas oportunidades.

En México nos gustan los inicios, porque en nuestra cultura la esperanza y la pasión por el futuro están muy adentro, en nuestras entrañas y en nuestro comportamiento. Aunque no nos gusta reflexionar o evaluar el pasado si nos gusta proponernos y planear para el futuro. Los propósitos que construimos los depositamos en nuestras emociones y nos guían hasta que dejan el lugar prominente de nuestras razones, para algunos investigadores ocurre por ahí de la tercera semana de enero cuando sepultamos los propósitos, por ello más que tener propósitos para todo el año, ten propósitos para cada una de sus 52 semanas. La pasión para iniciar nos debe durar todo el trayecto, una pasión extraordinaria, como José de Diego escribió:

¡Ah, desgraciado, si el dolor te abate,
si el cansancio tus miembros entumece!
Haz como el árbol seco: reverdece
y como el germen enterrado: late.

Resurge, alienta, grita, anda, combate,
vibra, ondula, retruena, resplandece…
Haz como el río con la lluvia: ¡crece!
Y como el mar contra la roca: ¡bate!

De la tormenta al iracundo empuje,
no has de balar, como el cordero triste,
sino rugir, como la fiera ruge.

¡Levántate! ¡revuélvete! ¡resiste!
Haz como el toro acorralado: ¡muge!
O como el toro que no muge: ¡¡embiste!!

Así se inician los años, pero también así se concluyen. Se feliz, trabaja, participa, construye y también olvida, mejora y también ayuda a mejorar, camina, pero no camines solo, lleva siempre a los tuyos, perdona, has música. Ante la incertidumbre la grandeza, ante lo malo lo bueno, ante lo corrupto lo íntegro.

Este año pinta para iniciar con ambos pies, ante la incertidumbre de las políticas económicas de la izquierda, la mayoría de los gobiernos enfrentan el desánimo de muchos analistas ante un complejo escenario de agotamiento económico. Aunque no soy analista, económico ni docto en cualquier área, si soy observador, la economía es cíclica y responde a la propia naturaleza humana y es fácil ver que, así como requiere abundancia, también demanda escases. Pero para la derecha tampoco es sencillo, porque el discurso ya no es creído, la riqueza que se invierte no trae desarrollo a toda una región sino a algunos cuantos. Será muy interesante ver el desenvolvimiento de las campañas de este año electoral. ¿Será el bono presidencial suficiente para mantener a MORENA?

Yo soy Héctor Gil Müller, y estoy a tus órdenes.

 

Autor

El Heraldo de Saltillo
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