OPINIÓN

ABANDONARON LA INTELIGENCIA

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21 octubre, 2019

De acuerdo a un trabajo de reconstrucción realizado por el equipo del programa En Punto de Noticieros Televisa sobre los acontecimientos ocurridos en Culiacán, Sinaloa, el pasado día 17 a las 15:00 horas, varios subsecretarios de gobernación y defensa que volarían de la ciudad de México a Oaxaca, para asistir a la gira presidencial, se quedaron en la ciudad tras recibir el mensaje de un operativo que se estaba llevando a cabo, en Culiacán, Sinaloa, por parte de elementos del ejército y de la guardia nacional.

A las 15:30 reciben la confirmación de que se había detenido a Ovidio Guzmán López, en una casa en el sector Tres Ríos. Simultáneamente, empiezan a recibir reportes de disparos y presencia de hombres armados en esa zona de Culiacán, especialmente cerca de la Fiscalía Estatal.

Según la fuente, a las 16:00 horas Ovidio Guzmán habría sido trasladado a la base de la novena zona militar, en la colonia Miguel Hidalgo de esa ciudad.

A las 16:30 horas, se recrudecen las balaceras en distintos puntos de la ciudad. Al mismo tiempo, se tiene conocimiento de que once soldados están retenidos por miembros del cartel de Sinaloa.

A las 17:00 horas, se recibe un reporte de ataques a la zona habitacional 21 de marzo, donde se encuentran las casas de las familias de militares. Al mismo tiempo, se reporta que en la caseta de Costa Rica se da el secuestro, por parte de un grupo de la delincuencia, de tres pipas con combustibles que eran custodiadas por un grupo de militares.

Media hora después, miembros del cartel de Sinaloa advierten que, si Ovidio no es liberado, moverían dos de las pipas retenidas a dos puntos estratégicos: la zona centro y el sector Las Quintas, al oriente, y las harían estallar.

Durante dos horas se tienen reportes de movimientos de hombres armados y balaceras en seis puntos de Culiacán, entre ellos la salida norte, el jardín botánico y el malecón.

A las 19:30 los militares reciben la orden de liberar a Ovidio a cambio de los militares retenidos y de parar las refriegas en toda la ciudad.

A las 19:45 militares entregan a Ovidio Guzmán en circunstancias desconocidas. A las 20:00 horas los miembros del cártel comienzan a disminuir su presencia en la ciudad.

A las 20:28 la secretaría de seguridad y protección ciudadana publica en redes el mensaje en el que los integrantes del gabinete de seguridad, encabezados por Alfonso Durazo, informan de lo ocurrido durante la tarde en la capital sinaloense. (noticieros.televisa.com)

Al día siguiente, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia de prensa, respaldó las decisiones del Gabinete de Seguridad y argumentó: “Estaban en riesgo muchos ciudadanos y se decidió proteger la vida de las personas. Yo estuve de acuerdo porque no se trata de masacres, eso ya se terminó. No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas. Ellos tomaron esa decisión y yo la respaldé.” (gob.mx)

Si bien es cierto que la decisión que llevó a concluir la crisis vivida fue la que evitó daños mayores, es necesario revisar qué fue lo que los llevó a estar en una situación que puso en riesgo la vida tanto de ciudadanos como de militares y sus familias.

Es decir, por qué al diseñar el operativo no se tomaron en cuenta o no se alertaron de las posibles amenazas; los riesgos internos y externos que esa acción implicaba.

De haber existido una evaluación se hubiera considerado la capacidad de reacción del grupo criminal, sus posibles acciones, para estar preparados y cubrir cada flanco, etcétera.

Tal vez deberíamos revisar cuál es el estado que guardan los servicios de inteligencia del Estado Mexicano, y, para iniciar, regresar a los cuestionamientos que algún día planteara el periodista Jorge Torres: ¿En qué momento pasó el Cisen de ser un medianamente respetado servicio de inteligencia a un vilipendiado aparato de información rebasado por los acontecimientos? ¿Qué fue lo que ocurrió entre diciembre de 2000 y de 2006 que provocó el desmantelamiento del servicio de inteligencia civil del gobierno?

Y, a partir de ahí, iniciar su reconstrucción basada en estructuras y mecanismos con una visión moderna, que lo haga útil a los nuevos retos del Estado mexicano.

@Pepevegasicilia

josevega@nuestrarevista.com.mx