OPINIÓN

ZAGAL

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26 junio, 2019

Blindaje

La consulta pública del proyecto de la construcción de la refinería Dos Boca, en el estado de Tabasco, ha comenzado.

Dicha actividad -solicitada por un residente de la comunidad-, corre a cargo de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), quien con base en la Fracción en el Artículo 34 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, se obliga a poner a disposición del público la manifestación de impacto ambiental, refiriéndose al documento presentado a la La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, mediante el cual se da a conocer, con base en estudios, el impacto ambiental, significativo y potencial que generaría una obra o actividad, así como la forma de evitarlo o atenuarlo en caso de que sea negativo.

La petición ciudadana se dio el día 17 de junio del presente año, y fue entonces que a partir de un día después, 18 de junio del mismo, inició la cuenta regresiva de los veinte días, luego de la puesta a disposición al público, lo anteriormente mencionado, para proponer el establecimiento de medidas de prevención y moderación adicionales, así como las observaciones que se consideren convenientes, para de esa manera agregarlas al expediente correspondiente y registrarlo en la resolución que se expida.

La referida “consulta pública”, rompe con todos los esquemas anteriormente utilizados por el Gobierno Federal, al brindar ahora un sistema -un poquito- más formal, pero al mismo tiempo sigue sin reflejar certidumbre respecto de su utilidad, pues pareciera un mero buzón de sugerencias, donde el ciudadano cuenta con la oportunidad de emitir comentarios u observaciones, sobre un proyecto cuya decisión para su construcción se realizó mediante el referéndum realizado el noviembre del año pasado, que contó con la participación de casi 946.081 personas.

La palabra blindar se refiera a: proteger del acceso externo o de cualquier acción no deseada poniendo barreras u obstáculos.

Un tribunal de Kenia canceló una licencia ambiental para una planta de energía de carbón planificada cerca de su ciudad costera de Lamu, diciendo que los desarrolladores no habían consultado a la comunidad.

Una organización comunitaria llamada “Save Lamu”, entre otras organizaciones, solicitaron al tribunal la cancelación de la licencia sobre la manifestación de impacto ambiental otorgada al proyecto desde el 2016, esto por la probabilidad de que la planta tenga un impacto negativo en la vida humana y marina, además los peticionarios dijeron que los desarrolladores no consultaron a la comunidad durante el estudio, alegando un absoluto desprecio por la necesidad de llevar a cabo la participación pública, por lo que la decisión judicial hace justicia a la gente y al medio ambiente, obligando a los desarrolladores a realizar un nuevo estudio ambiental e involucrar al público si desean continuar con el proyecto.

Se entiende por participación pública o ciudadana al conjunto de maneras para que la población acceda a las decisiones del gobierno de manera independiente sin necesidad de formar parte de la administración pública o de un partido político. Esta se puede reflejar a través del voto, o por distintas maneras que existen para tomar parte en asuntos públicos.

Cabe mencionar, que dicho principio no establece un número, porcentaje o tipo de mayoría, para que el ejercicio de una participación ciudadana pueda considerarse como suficiente para tomar decisiones de índole nacional, tratándose de asuntos políticos.

Por ello, la realización de este tipo de acciones por parte del Gobierno Federal, sirven como un auténtico blindaje, al justificar una participación pública por medio de mecanismos donde, primero, la colaboración por parte de la ciudadanía es poca, tan poca que se necesitó alrededor del 1% del padrón electoral para echar a andar la construcción de la refinería. Segundo, la realización de consultas públicas para “disque” garantizar la transparencia y la referida participación, en un proyecto que ya cuenta con orden para su realización, recaen en un papel de gestión de quejas y sugerencias, para complementar la discutible participación ciudadana.

Sin duda, lo que se tiene que trabajar es en el fomento para que exista esa colaboración plena por parte de la ciudadanía; y no me malentienda, amigo lector, siempre estaré a favor que se nos tome en cuenta a los ciudadanos para tomar decisiones en conjunto, lo que se trata de plasmar en lo expuesto, es la exigencia de que las cosas se hagan bien, y que no se empleen los mecanismos a modo de requisito, sino a modo de asegurar e incentivar la movilización de la población mexicana.

Reciban un saludo, muchas gracias.

Nos leemos la siguiente semana.