OPINIÓN

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13 junio, 2019

¿A qué acuerdos habrán llegado los empresarios laguneros con Andrés Manuel López Obrador en su reunión del miércoles?

Los dueños del capital en Torreón –sí, los de casa– estuvieron en Palacio Nacional con el Presidente, en la víspera de la firma con el Centro Coordinador Empresarial del acuerdo para promover la inversión y el desarrollo.

¿Se limitaron a hablar de inversiones en sus sectores los dueños de Lala, Aeroméxico, Cimaco, Soriana, además de los representantes de otros grupos de alcance más regional, como los Alegre y los Jalife?, ¿o se abordaron también temas de la problemática local y, más aún, de la política?

Habrá que estar atentos. Por lo pronto a los de aquí el encuentro les tomó por sorpresa.

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El sábado anterior se cumplió un año del asesinato de Fernando Purón, y para los priistas del norte de Coahuila, principalmente los de Piedras Negras, fue incluso ofensivo que para la llamada clase política estatal y la simbólica dirigencia de su partido pasara prácticamente desapercibida la fecha.

Hubo un modesto homenaje en Piedras Negras, pero a excepción de Francisco Saracho Navarro, secretario de Inclusión en el gabinete estatal, no acudió ninguna figura política de relevancia.

Los suspicaces apuntan que estando Saracho en el evento era imposible que acudiera Rigo Fuentes Ávila, pues se asegura que las relaciones entre ambos están rotas.

Rigo no le perdona al de Acuña que haya desmantelado la red de privilegios que diseñó cuando era titular de Desarrollo Social y seguía disfrutando ahora que le tienen encargadas las oficinas del PRI estatal. Porque parece que de eso se encarga, de las oficinas, no del trabajo político.

Pero ese es otro cantar. El tema es el desaire a Purón, cuando hace apenas un año en sus funerales estuvo hasta un representante del Presidente de la República, ahora ni la dirigencia del PRI, tampoco líderes de sectores, mucho menos legisladores.

Purón murió como candidato del PRI, pero fue además presidente municipal, y en este aniversario luctuoso ni siquiera se sintió la presencia de los ex alcaldes, que en Piedras Negras era un rasgo destacable y muy característico la unidad que siempre habían mostrado en este tipo de eventos y definitivamente en cada crisis o contingencia que afrontó la ciudad. Será que ahora como Claudio Bres milita en MORENA ya no hay condiciones para esos gestos.

Y aún más allá de los valimientos personales de Fernando Purón, el momento era el idóneo para hacer presencia política, para que los priistas dieran una muestra de compromiso para reivindicar lo que hasta hace unos meses fue su bastión.

Pero prefirieron hacer mutis, ya no se entiende si es una muestra más de la modorra y falta de oficio político que les ha caracterizado, si les dio vergüenza recordar un crimen que ha quedado impune, si les da miedo ir al norte de la entidad, o si ya está decidido doblar las manos y dejar la cancha libre a los otros partidos y actores.

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Estando así las cosas, llaman la atención las declaraciones del Doctor José Narro Robles, quien al denunciar que el proceso para renovar la dirigencia nacional del PRI es una mascarada detalla que desconociendo un acuerdo de limitar la «elección» al padrón de militantes registrado ante el INE, ahora la Comisión de Procesos Internos pretende incorporar a 654 mil nuevos militantes, de los cuales cerca de 500 mil son de Coahuila, Ciudad de México, Campeche, Oaxaca y Michoacán.

Otras fuentes señalan que en realidad creció el padrón en más de un millón de militantes, y 300 mil de esos son de Coahuila. ¿De dónde los sacaron?, el año pasado aquí por el candidato presidencial de ese partido votaron alrededor de 350 mil, y por la fórmula al senado 440 mil, ¿nadie estaba en el padrón del PRI, o cómo?

Y casualmente están surgiendo las quejas de empleados de algunas dependencias denunciando que los obligan a afiliarse al PRI.

Para tomar en cuenta también los resultados de una reciente encuesta realizada en Coahuila, en la que el 76% de quienes dijeron haber votado por MORENA en la elección anterior, anticipan que lo harán en el mismo sentido en la siguiente.

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El miércoles fue reformada en el Congreso local la Ley que regula el horario para la venta de bebidas alcohólicas, al extender a las vitivinícolas de Arteaga la excepción que ya favorecía a las de Parras y Cuatro Ciénegas para poder expender sus productos también los domingos hasta las ocho de la noche.

Es razonable la modificación, no se podía negar a unas empresas las facilidades que se dan a otras simplemente por tratarse de municipios diferentes.

Hay sin embargo, como en todo, un ingrediente político. La productora de vinos a la que favorece esta reforma, la única que hasta ahora existe en Arteaga, y a la que ponderó la diputada Lilia Gutiérrez Burciaga al presentar su iniciativa, es propiedad de un yerno de Rosendo Villarreal Dávila.

Otros dos proyectos enfocados a la producción de uva para vinos están en desarrollo en Arteaga, uno de ellos del senador Armando Guadiana Tijerina.

¿Les metieron gol a los diputados, o realmente ya están votando obedeciendo a la razón y la lógica, y no a la víscera política? Si es esto último, que levanten ya la prohibición a las corridas de toros, como prometió el gobernador en su campaña.