A LA BÁSCULA

El silencio de los coahuilenses 

Primero pusieron a temblar a toda la Región Centro cuando a partir del 1 de febrero se terminó con la protección para la industria acerera mexicana, y durante cerca de un mes, por no haber refrendado en tiempo el mecanismo de protección para el acero mexicano, tuvieron en vilo la economía de toda una región de nuestro Estado.

Después, por no haber activado a tiempo la licitación de la compra de carbón para las plantas Carboeléctricas en el norte del Estado, otra región coahuilense, la Carbonífera, de igual forma se mantuvo en la angustia y la zozobra por la suspensión de la compra del mineral que muchos de los mineros en los llamados ‘pocitos’, extraen bajo altísimos niveles de riesgo.

Luego a mediados de marzo, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Santiago Nieto en una de las mañaneras dijo que una de las subsidiarias de la empresa Peñoles –con sede en Coahuila, subrayó-, fue acusada de formar parte de una red financiera que estuvo detrás de la serie ‘Populismo en América Latina’ durante las campañas del año pasado, y en la que el entonces candidato y hoy presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, era equiparado con  figuras como la de Hugo Chávez, Lula Da Silva y Evo Morales entre otros.

La que Nieto llamó ‘la estructura’ que habría integrado esa red financiera, sería denunciada por la presunta comisión de delitos electorales y lavado de dinero.

Apenas en esta semana, el embate fue ahora contra la cuenca lechera de la Comarca Lagunera, cuando se dijo que había necesidad de llevar la cuenca al sur del país, donde tienen el Usumacinta, mientras que, en esta región coahuilense, se tiene el problema del abatimiento de los mantos freáticos, y con ello el problema del arsénico en el agua.

Los cuatro casos de distintas economías en igual número de regiones de Coahuila, se me hacen demasiados como para ser coincidencia o casualidad, que, en la política, ya sabemos, no existen las casualidades, sino las causalidades. ¿Tiene el Presidente algún resabio contra nuestro estado? Hay quienes aseguran que sí, debido sobre todo a anteriores gobiernos estatales.

Estas recientes experiencias hacen recordar aquello de que: «Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí, pero para entonces ya no quedaba nadie que dijera nada».

Acá se fueron contra los acereros de nuestro estado, y no dijimos nada porque el resto no somos acereros, no dijimos nada. Luego el golpe fue para los carboneros, y como los demás no somos carboneros, tampoco dijimos nada; enseguida el golpe fue contra los minero-metalúrgicos, y como los demás no somos ni mineros ni metalúrgicos, tampoco dijimos nada. Y, más recientemente vinieron contra los lecheros, pero como los demás no somos lecheros, nadie dijo nada.

Sin embargo, las economías de cuatro regiones importantísimas de Coahuila se han visto amenazadas y por sectores quizá no hemos reaccionado como se debiera, pero ¿de manera global como coahuilenses también nos quedaremos callados, nadie dirá nada? Porque esto es contra los coahuilenses en general y si nos volvemos a quedar callados, al cabo terminaremos por ser aniquilados por nuestro propio silencio.

En el caso de la cuenca lechera, Andrés Manuel López Obrador dijo verdades a medias, que no son otra cosa que mentiras completas. Utilizó el tema del abatimiento de los mantos freáticos y la contaminación del agua con arsénico, lo cual es un tema sensible en La Laguna desde hace muchos años y bien es cierto que la industria lechera de la región mucho, pero mucho ha tenido que ver en esta problemática.

Sin embargo, el Presidente miente o acusa una gran ignorancia de cómo se produce la leche, cuando dice que, porque en el sureste tienen al Usumacinta, la cuenca debería estar allá. No sabe o miente para justificar sus dichos, que las condiciones climáticas de aquella parte del país, el exceso de humedad y la ingesta de alimento fresco, no solamente no es propicia para el ganado cárnico, sino que afecta sensiblemente la producción de leche ¿Usted ha viajado a países como Cuba, ha visto las condiciones de las vacas y conoce su producción cárnica o lechera?

Si por sectores no reaccionamos, ¿como coahuilenses todos, vamos a seguir guardando silencio y permitiendo que atenten contra nuestras regiones y su economía? Yo espero que no, que la respuesta sea masiva, en todo el Estado.

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulianParraIba

Autor

El Heraldo de Saltillo
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