Tras el paso del ciclón Idai, Mozambique se enfrenta a una carrera contrarreloj

 (Xinhua/Nie Zuguo) 

«Los organismos de ayuda apenas empiezan a ver la magnitud de los daños», dijo este sábado la máxima responsable de UNICEF, tras una semana del paso del ciclón Idai en Mozambique. Henrietta Fore solicitó el apoyo de la comunidad internacional de donantes al finalizar una visita a Beira, una de las zonas más afectadas por el meteoro.

«Estamos en una carrera contrarreloj para ayudar y proteger a los niños y niñas de las zonas de Mozambique devastadas por el desastre», dijo la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, al término de una visita a Beira, una de las zonas más afectadas por el ciclón Adai.

Según las estimaciones iniciales del Gobierno, 1,8 millones de personas en todo el país, incluidos 900.000 niños, se han visto afectadas por el meteoro. Sin embargo, muchas zonas todavía no son accesibles y UNICEF y sus aliados sobre el terreno saben que las cifras finales serán mucho más elevadas.

Fore solicitó inicialmente a la comunidad internacional de donantes 30 millones de dólares para cubrir los gastos de la primera fase de respuesta ante el desastre

«La situación empeorará antes de mejorar», dijo Fore, quien explicó que las agencias de ayuda humanitaria apenas comienzan a ver la magnitud de los daños. “Aldeas enteras están sumergidas, los edificios han quedado arrasados y las escuelas y los centros de atención de la sanitaria están destruidos”.

Evitar las enfermedades infecciosas

Fore resaltó la necesidad de tomar todas las medidas necesarias para evitar la propagación de enfermedades transmisibles a través del agua “que pueden convertir este desastre en una catástrofe de gran magnitud».

UNICEF cree que la combinación de las inundaciones junto al hacinamiento en los refugios, la falta de higiene, el agua estancada y las fuentes de agua infectadas, provoque el peligro de contraer enfermedades como el cólera, el paludismo y la diarrea.

Según las primeras evaluaciones en Beira, más de 2600 aulas han quedad destruidas y 39 centros de salud han quedado gravemente afectados. «Esta situación tendrá graves consecuencias en la educación de los niños, el acceso a los servicios de salud y el bienestar emocional», dijo.

Finalmente, mostró especial preocupación por la seguridad y el estado de salud de las mujeres y niños que están hacinados en refugios temporales.

«Estamos particularmente preocupados por la seguridad y el bienestar de las mujeres y los niños que todavía están esperando ser rescatados o que están hacinados en refugios temporales y se enfrentan a un mayor riesgo de ser víctimas de actos violentos y abusos”.

Del mismo modo, manifestó su inquietud por los niños que quedaron huérfanos o separados de sus familias a causa del ciclón.

«Para los niños y niñas afectados por el ciclón Idai, el camino hacia la recuperación será largo», añadió. (ONU NOTICIAS)

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Agencias