EL LIDERAZGO QUE SE REQUIERE HOY

El tiempo que vivimos es maravilloso, y la frase es literal, nos sorprenden las proezas tecnológicas que nos toca presenciar. La generación de los constructores, nacidos en la década de los 20´s y 30´s, han visto increíbles avances, nacieron en un mundo con menos medios de comunicación que los actuales, con energías diferentes a las de hoy y sin dispositivos que hoy son cotidianos.

Cuando la tecnología llega a la sociedad con mayor rapidez que la educación, nos encontramos en un periodo de inestabilidad social, hay miedo, se ataca y responsabiliza a la tecnología. En cambio, cuando la educación alcanza a distribuir el conocimiento de las nuevas tecnologías, explica su uso y potencial creador, se habla de un periodo de prosperidad. Esto ha sido cíclico y ha permitido desarrollar todo un andamiaje educativo alrededor, donde no solo participan las escuelas formales, sino actores que capacitan y educan sin tener esa formalidad. (como cualquier youtuber lo explicaría).

Los adelantos tecnológicos por si mismos no curan las dolencias humanas, vuelven más cómodo el trayecto y ello es bueno, pero la tecnología no suple la vida, los límites del creador son siempre la misma creación, los procesos humanos siguen su curso y el liderazgo entre ellos sigue brillando como ese proceso para generar resultados a través de las personas. El liderazgo de hoy debe aprovechar esos adelantos, la tecnología se ha amalgamado a nuestro estilo de vida y es imposible pensar que podemos obviar su uso. Así como hemos dejado de cargar cámaras, agendas, grabadoras e incluso plumas para sustituirlo todo con nuestro celular, así el líder debe hacerse de tecnología que le permita y facilite su trabajo.

Como nunca el ser humano ha estado tan comunicado, los dispositivos electrónicos son capaces de acercar a los lejanos, pero también de alejar a los cercanos. Esa comunicación ya no es directa solamente, sino también indirecta, nos comunicamos masivamente al entregar un mensaje al mundo al colgarlo en un muro visible por muchos.

El antiguo esquema del liderazgo autocrático o legitimado solamente por la posición está resquebrajándose, y si bien puede ser mantenido institucionalmente y realizar acciones para soportarlo pareciera que este modelo no es congruente con la competencia de hoy.

Imagine dos posiciones; quienes valoran el materialismo, el orden, la regularidad, la tradición, la sensatez, la autodisciplina y la productividad. Y aquellos que buscan la creatividad, la rebeldía, la novedad, la capacidad de expresión, la generosidad espiritual y la experimentación. ¿Cuál refleja mejor la mentalidad de nuestro presente?

Podemos concluir que el liderazgo es un proceso que debe adaptarse a las circunstancias, no podemos pensar que un estilo de liderazgo será útil en cualquier equipo. El líder debe usar la tecnología, el líder debe gestionar emociones. Las nuevas generaciones requieren esquemas de liderazgo centrados en su crecimiento, en su desarrollo y también en su participación. En un mundo moderno se necesitan y se merecen estilos modernos que traigan lo bueno del pasado, pero sean útiles para enfrentar el futuro.

Yo soy Héctor Gil Müller y estoy a tus órdenes.

 

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El Heraldo de Saltillo
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