PERSÉPOLIS

Por

16 enero, 2019

ARIADNE H.

Marjane Satrapi, autora de Persépolis, habló en una entrevista sobre las erróneas opiniones que se comparten, como si no admitiesen lugar a debate, sobre Irán y su cultura. México, un país fuertemente influenciado por su vecino del norte, no es una excepción a esto y, en cambio, parece adoptar cómodamente la ideología abiertamente intolerante de nuestro vecino. Satrapi, en esta misma entrevista, dice que siempre hay otras realidades que nunca vemos, unas que se mantienen ocultas, fomentando en la sombra una ignorancia que debe darse por terminada.

Principalmente es esto el trabajo que se saca a relucir en Persépolis, una novela gráfica autobiográfica publicada en el 2000 y que trata de fungir como importante testimonio sobre la vida en Irán a lo largo de los 80´s.

Persépolis, obra que años más tarde dio pie a la popular adaptación cinematográfica de mismo nombre, es la historia de Marjane, una niña que vive con su familia en Irán y de cómo crece viendo a su alrededor los grises restos dejados por una sucesión de guerras. Es, de igual manera, la historia de una familia de ideas liberales en medio de un caos de confusión y, sobre todo, es el relato de una joven con brillantes ideas de libertad y chispas de rebeldía en los ojos.

De la novela gráfica se desprende una atmósfera de imposiciones y prohibiciones que parecen lejanas, casi inexistentes, como si fueran espectros creados por una mente enfebrecida. No lo son. Son crudas vivencias de la autora que, viviendo bajo un régimen asfixiante, no solo su pueblo se ve aplastada por esto, sino por el peso de sus propias creencias.

La autora describe una sociedad en la que la moda, revistas, maquillaje y alcohol estaban prohibidos por el régimen y, como si esto no fuese suficiente, el contacto físico estaba también restringido. La novela gráfica incluye pasajes de pequeñas fiestas clandestinas terminadas mayormente en redadas y personas cuyo único pecado era divertirse.

La autora presenta a un pueblo iraní que ya no sabía por qué peleaban, que desconocían el motivo que al principio los llevó a embarcarse en más de 8 años de guerras y que ya no encontraban excusa alguna para justificar la muerte de sus hijos. Satrapi se esfuerza en su novela gráfica por hallar el significado de lo absurdo de la lucha, y reclama no solo al gobierno, sino a la sociedad entera.

Marjane Satrapi, en su libro, invita a cuestionarse todo discurso y, al contrario, incita a pensar críticamente. Es nuestro deber investigar, leer y reflexionar, y no solamente dar por verdadero cualquier discurso intolerante fácilmente ofrecido.