Estudia la UAAAN el potencial de las plantas del semidesierto

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2 diciembre, 2018

La agricultura, el sector farmacéutico y el área médica son algunos de los ámbitos donde las plantas de la región semidesértica del norte de México pueden tener gran potencial industrial.

Científicos del Departamento de Fitomejoramiento de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) desarrollan la Línea de Generación y Aplicación de Conocimiento (LGAC) de Fitoquímica y Farmacognosia de especies nativas de zonas áridas para detonar el potencial de la flora de la región de forma sustentable.

Los investigadores tienen como finalidad aprovechar las propiedades antifúngicas, antibacteriales, hipoglicémicas, antiinflamatorias, apoptóticas, entre otras, provenientes de los compuestos de plantas del semidesierto del norte del país, de forma amigable con la naturaleza y contribuir al desarrollo económico de la región.

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Diana Jasso Cantú, profesora investigadora del Departamento de Fitomejoramiento de la UAAAN y miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), explica el objetivo de estas disciplinas dentro de la LGAC, su importancia y los proyectos que trabajan dentro de la institución en torno a la riqueza y propiedades de la flora de la región.

Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Qué trabajan en esta línea de investigación?

Diana Jasso Cantú (DJC): Esta línea de investigación que desarrollamos en la universidad es con base en estas áreas: fitoquímica y farmacognosia. La fitoquímica, como su nombre lo dice, es el estudio de los compuestos de las plantas, donde estudiamos los compuestos activos de las mismas y son producto del metabolismo de las plantas. Donde se encuentran los fenoles, los alcaloides, los terpenos, los ácidos y estos tienen actividad.

La farmacognosia es la parte en la cual estos compuestos se aplican en agricultura, farmacia y medicina en la salud. Por lo tanto, para ello hemos tomado como modelo diferentes familias de plantas, géneros y especies del semidesierto.

AIC: ¿Qué tipo de proyectos están trabajando?

DJC: Por ejemplo, hay varios proyectos como el estudio de producción y fitoquímica de especies y cultivos con potencial industrial, actividad hipoglicémica y citotóxica de extractos de plantas medicinales del semidesierto sobre células cancerígenas humanas.

Otro sobre extractos de plantas del semidesierto para el control de hongos y bacterias. En otro momento se han desarrollado trabajos sobre actividad de extractos de plantas del semidesierto en la inducción del crecimiento de plantas de tomate.

El desarrollo de microcápsulas se lleva a cabo por una tesis de maestría en ingeniería en sistemas de producción, para la encapsulación de principios activos de especies del género Florencia, esto se ha probado en un modelo digestivo in vitro, trabajo en conjunto con la doctora Lourdes Díaz, del Cinvestav.

Hemos encontrado que el hojasén tiene propiedades antifúngicas, el extracto de etanol del hojasén se evaluó en invernadero contra Fusarium oxysporum y tuvo muy buen control en un modelo de plantas de tomate.

Con la Florencia retinofila encontramos el efecto antifúngico y antibacterial en tomate y se reportó la composición química completa de estas especies que es muy interesante; además de su efecto antiinflamatorio a apoptótico.

Son plantas que tenemos en Coahuila, en el semidesierto de Coahuila, son plantas endémicas. También ha habido vinculación con el Cinvestav, la Universidad de Minho (en Portugal) y el Instituto Tecnológico de Durango —perteneciente al Tecnológico Nacional de México (Tecnm)— en su área de posgrado.

AIC: ¿Por qué es importante desarrollar esta línea de investigación?

DJC: Necesitamos productos naturales, volver al origen, esto lo escuchamos continuamente porque desafortunadamente en la agricultura los compuestos químicos que se han desarrollado para combatir a los hongos, a las bacterias que afectan a las plantas como el tomate, se ven afectados por patógenos, hongos, bacterias, virus.

Los patógenos se han vuelto resistentes a los compuestos químicos y cada vez hay que aplicar más y eso afecta mucho la salud y el medio ambiente. El hecho de investigar sobre compuestos naturales que las plantas producen es muy benéfico porque esos difícilmente nos afectan a la salud, aunque hay que tener el debido cuidado y estudiar la toxicidad de las plantas, pero no nos causan daños colaterales del modo que causan los químicos, y al medio ambiente no lo contaminan como los químicos en los acuíferos.

AIC: ¿Qué resultados han obtenido en esta línea de investigación?

DJC: Hemos hecho diferentes extractos con solventes de distinta polaridad, las moléculas polares como los fenoles, algunos terpenos, esas moléculas tienen mayor actividad, de esos tenemos resultados y han funcionado muy bien.

Los extractos con que trabajamos y que se han obtenido, hemos trabajado con acuoso, extracto de etanol y se han obtenido excelentes resultados.

El etanol, que se considera dentro de la química verde, de la cual ahora es toda una materia, se está trabajando mucho y queremos acercarla hacia allá.

AIC: ¿Que trabajarán a futuro en esta línea de investigación?

DJC: Necesitamos comenzar a preparar productos antifúngicos, productos antibacteriales, necesitamos entrar en contacto también con otros organismos para que se realicen las pruebas de estos antiinflamatorios y anticancerígenos, que pasemos a otra etapa, ya se probaron a nivel in vitro.

En el caso de los hipoglicémicos, también hemos probado un extracto que resultó antiinflamatorio, antibacterial e hipoglicémico de Saccharum officinarum. Este se evaluó en ratones en donde diariamente se hacían las pruebas, se determinaba el contenido de azúcar en sangre periódicamente y resultó que bajó el nivel del azúcar; esto, en colaboración con el Laboratorio de Investigación del Instituto Tecnológico de Durango en su área de posgrado.

Sabemos que funcionan, hay que pasar a la otra parte y tener la oportunidad de que se prueben en humanos, la reglamentación es estricta pero tenemos todas las condiciones para poderlo desarrollar. También va al desarrollo de patente de proceso y patente de producto. (CONACYT)