Embarazo adolescente: una de las principales limitantes del desarrollo pleno de niñas y adolescentes

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México es el país miembro de la OCDE que presenta las cifras más altas de embarazo adolescente con 77 nacimientos por cada 1,000 adolescentes.

Ciudad de México.– En el marco del Día Internacional de la Niña, que este año se centra en el desarrollo de habilidades y capacidades para enfrentar un mundo en constante transformación, el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Secretaría de Salud del Estado de Tabasco y el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) presentaron el “Manual para la capacitación de brigadistas, promotoras y promotores juveniles en la prevención del embarazo en adolescentes”.

Como cada año, el Día Internacional de la Niña aborda los desafíos que esta población enfrenta para el ejercicio pleno de sus derechos, entre ellos el embarazo adolescente. Según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID 2014), en México la Tasa de Fecundidad en Adolescentes (TFA) en 2014 era de 77 nacimientos por cada 1,000 adolescentes. A su vez, estimaciones de CONAPO señalan que la tasa de fecundidad de niñas entre los 12 y 14 años para el año 2016 era de 3.5 por cada 1,000.

El embarazo tiene un efecto profundo en la vida de las niñas y las adolescentes, ya que afecta su desarrollo psicosocial y repercute negativamente en sus oportunidades de vida, su trayectoria educativa y su futuro laboral. Además, los embarazos no planificados amplían las brechas de género y desigualdad, y reproducen los círculos intergeneracionales de la pobreza.

Ricardo Bucio, Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes señaló que “México es hoy el país con mayor incidencia de embarazos en niñas y adolescentes dentro del grupo de la OCDE, lo que genera problemas que afectan a las madres y a sus bebés como la muerte materno-infantil; la discriminación de género agravada por la desaprobación y rechazo familiar y social; la deserción escolar o el bajo rendimiento de las madres; el trabajo de ellas en condiciones de explotación o nula paga y la reproducción de la violencia que les afecta principalmente”.

La educación integral de la sexualidad busca dotar a niñas, niños y adolescentes de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que los empoderen para entablar relaciones sociales y sexuales basadas en el respeto. El acceso restringido a este proceso de enseñanza tiene una relación directa con los índices de embarazo adolescente, pues la falta de información limita las capacidades de prevención y planeación.

“En México, aún muchas niñas y adolescentes no adquieren las habilidades ni reciben la información necesaria para hacer frente a los retos que limitan su pleno desarrollo hoy y hacia el futuro. Desde UNICEF, sabemos que la educación integral de la sexualidad es un elemento central para el fortalecimiento de estas habilidades para la vida”, señaló Christian Skoog, Representante de UNICEF México, durante la presentación.

En este sentido, el “Manual para la capacitación de brigadistas, promotoras y promotores juveniles en la prevención del embarazo en adolescentes” responde a la Convención sobre los Derechos del Niño y a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, instrumentos que indican que el acceso a la educación integral de la sexualidad es un derecho y debe responder a la edad, el desarrollo evolutivo, cognoscitivo y la madurez de las niñas, niños y adolescentes. Adicionalmente, responde a la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), en la que se plantearon dos metas para el año 2030: reducir en 50% la tasa específica de fecundidad entre las adolescentes mexicanas de 15 a 19 años de edad y erradicar el embarazo en niñas menores de 15 años.

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Para cumplir con las metas de la ENAPEA es necesaria la coordinación de acciones interinstitucionales e intersectoriales tales como el desarrollo de este manual, el cual está diseñado para apoyar la labor de capacitación de promotores y brigadistas juveniles, de forma que sean ellos mismos quienes lleven información de prevención de embarazos a sus propias comunidades; es decir, una capacitación de joven a joven.

“El manual que se presenta es una herramienta valiosa de capacitación para las y los brigadistas que trabajan en la prevención del embarazo adolescente. Por lo que se difundirá entre las Secretarías Ejecutivas de los SIPINNA Estatales para buscar que los integrantes de estos Sistemas apoyen la ampliación de la red de brigadistas”, concluyó Ricardo Bucio en su intervención.

El manual es un co-construcción en la que participaron adolescentes indígenas, padres, madres, maestros y médicos de las jurisdicciones sanitarias de los municipios de Tapijulapa y de Paraíso, en el estado de Tabasco. Los contenidos se generaron con insumos de talleres realizados por UNICEF con el apoyo de la Secretaría de Salud del Estado de Tabasco y el SIPINNA estatal, y con la validación del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva y el SIPINNA Federal. (UNICEF)

 

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Agencias

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