A la sintomatología de malestares generales que se padece tras el consumo excesivo de bebidas alcohólicas se le denomina veisalgia –comúnmente llamada cruda- y se manifiesta con amnesia ligera, alteraciones gástricas, mareos, dolor de cabeza, sed intensa y vómito.
El especialista en epidemiología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Coahuila, Jorge Enrique Gil Miranda, explicó que la también conocida como resaca, ocurre principalmente por la deshidratación que padece el cuerpo y el esfuerzo por metabolizar los productos nocivos para el organismo.
Otras formas en que se manifiestan los efectos negativos de la toma inmoderada de embriagantes, son las flatulencias y un persistente dolor abdominal y muscular.
Es más común esta indisposición en el género femenino, ya que el hígado de la mujer tiene mayor dificultad para procesar las bebidas etílicas en comparación al del hombre.
Algunas de las sugerencias que emite el especialista son en primer término evitar el abuso de estos productos y consumirlos con moderación, tomar a ritmo pausado y no mezclar diferentes bebidas (hacerlo favorece la concentración de elementos tóxicos y las consecuencias son peores), siempre realizar una comida copiosa para que los alimentos absorban las sustancias que atrofian el cuerpo y, sobre todo, beber agua natural entre copas.
Cuando la presencia de la resaca es inminente, se recomienda hidratarse solamente con agua, sueros y jugos de frutas; aunque lo ideal, reitera nuevamente, es limitar la ingesta de alcohol.
El experto menciona que es un mito decir que los estragos de este trance desaparecen al comer los típicos tacos, menudo y la barbacoa, entre otros, ya que el estómago, páncreas, riñones e hígado se encuentran dañados y lejos de ayudar los irritantes, grasas y alimentos calientes perjudican al obligarlos a trabajar, aún más, para metabolizar las sustancias nocivas.
Existen medicamentos que al combinarlos con el alcohol pueden resultar letales para el hígado, así que otra recomendación es no automedicarse, ni hacer caso a las “sugerencias” de personas ajenas al área médica.
Gil Miranda enfatiza que en algunas ocasiones y dependiendo del grado, la resaca puede convertirse en una urgencia real y de continuar el consumo de alcohol puede poner en peligro la vida de la persona debido a la cantidad de órganos afectados; como tal y por razones obvias bajo esta causa no se emite alguna incapacidad. (EL HERALDO)
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