Resulta curioso que algunas situaciones en diferentes circunstancias y países, coincidan en momentos determinados; como sucedió estos días, que transcurrieron cargados de expulsiones.
En México fue destituido el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, dos años antes de concluir su mandato legal.
Lo merecía porque un fiscal cruel, corrupto y extorsionador; tolerado por el gobierno hasta que filtró investigaciones que podrían responsabilizar al expresidente López Obrador, hijos y colaboradores, de corrupción, crímenes y vínculos con el narco.
Casi al mismo tiempo que su expulsión, disfrazada de renuncia para irse de embajador a Alemania, uno de sus investigados el empresario Raúl Rocha Cantú, fue acusado de millonarias estafas a Petróleos Mexicanos, delincuencia organizada, despojo de inmuebles y contrabando de armas para venderlas a varios cárteles.
En Polonia el Tribunal Constitucional expulsó de la legalidad, al Partido Comunista “por glorificar regímenes criminales como el estalinismo… y porque su ideología totalitaria es opuesta a los valores humanos y tradiciones de la civilización europea y cristiana”.
En Ecuador fue expulsado de la vida pública y enjuiciado por corrupción, el ex presidente Lenin Moreno.
En Estados Unidos periódicos como el New York Times y el Washington Post, se auto expulsaron de las conferencias del Pentágono tras negarse a firmar nuevas reglas de difusión “que atentan” contra la Primera Enmienda Constitucional, ratificada en 1791, y que garantiza entre otras, las libertades de expresión y prensa.
Lo que ha llevado a que las ruedas de prensa del Pentágono, estén pareciéndose a las conferencias mañaneras de la presidenta Claudia Sheinbaum; donde son porristas y no periodistas, los que preguntan.
En cambio, y luego de encarcelarlo por promover un “narcoestado”, Trump indultó al expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, condenado en junio de 2024 por un tribunal de Nueva York, a 45 años de cárcel por introducir 500 toneladas de cocaína a EU.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó México por más de 7 décadas y lo sigue haciendo ahora bajo el nombre de Morena, fue expulsado de la Internacional Socialista (IS).
Los dirigentes priistas juran que no fue expulsión, que decidieron salirse porque la IS, que encabeza el presidente de España Pedro Sánchez, es “antidemocrática y corrupta”.
La Democracia Cristiana chilena “congeló” la militancia del ex presidente Eduardo Frei, por reunirse con el candidato derechista a la presidencia José Antonio Kast, en lugar de apoyar a la comunista Jeannette Jara.
Y el seguro triunfo de Kast en la segunda vuelta de este domingo 14, ha ocasionado la salida de miles de peruanos que vivían en Chile ilegalmente y temen ser expulsados por las leyes migratorias prometidas por Kast; quien tomará posesión en marzo.
También en Chile, 27 chinos fueron expulsados del barrio comercial Meiggs; la “mafia china” agobia esa zona de Santiago, con secuestros y extorsión, contrabando, tráfico de drogas y lavado de dinero.
Y un carabinero que les daba pitazos sobre las acciones de la policía, fue expulsado de su organización.
La reaparición de López Obrador entre gallinas y pavorreales de su finca La Chingada, expulsó de las primeras planas noticiosas el informe de Sheinbaum sobre su primer año de gobierno.
Y la realidad ha expulsado a su Tren Maya, cuyo costo ha sido ocultado “por seguridad nacional”.
No sabemos si nos salió 100 o 500 veces más caro de lo anunciado, pero es seguro que sobrepasó los 500 mil millones de pesos y que parte de esta suma, enriqueció a sus hijos y allegados.
Su construcción deforestó 11 mil 482 hectáreas, causó daños irreversibles a la flora, fauna y el sistema acuífero, incluyendo 130 cenotes; militarizó la zona y promovió especulación inmobiliaria, conflictos entre pueblos y presencia de grupos criminales.
Y todo fue por pura robadera, porque no sirve.
Reportes del diario El País, informan que en algunos tramos viaja vacío y en otros, lleva solo al 5 por ciento de los 3 mil 200 pasajeros diarios proyectados.
No hay wifi, faltan cortinas para protegerse del sol, el aire acondicionado no siempre funciona, las estaciones quedan lejos de las poblaciones y usar taxis caros, es la única alternativa para poder llegar a ellas.
Criminales expulsaron del mundo a varias personas frente al centro comunitario de Coahuayana, donde estallaron una camioneta llena de explosivos.
Antes de llegar al lugar del crimen, la camioneta con los explosivos ocultos bajo racimos de plátanos, transitó por donde quiso custodiada por dos vehículos y tres motociclistas como en son de burla o reto a la presidenta Sheinbaum y a su Plan Michoacán; implementado tras el asesinato del alcalde de Uruapan y que supuestamente impediría que los narcos se movilizaran.
Ahí cerca, domina el Cártel de Acahuato que lleva el nombre de un poblado cercano a Apatzingán, donde desde hace más de 30 años narcos y lugareños dan gracias por su prosperidad a la “santa yerbita buena”, con exvotos que cuelgan de las paredes de la enorme basílica que levantaron para honrar a su patrona, la Virgen de Acahuato.
Y Sheinbaum vive expulsando a lo verdad, de sus declaraciones.
“No aceptaríamos una movilización pagada” dijo sabiendo, porque ella así lo ordenó, que los asistentes llegados de todo el país a su festejo del sábado 6 en el Zócalo de la Ciudad de México, fueron trasladados en autobuses pagados con recursos fiscales.
Los que no llegaron fueron los vándalos que encapuchados y vestidos de negro, irrumpen en las manifestaciones de la oposición; una prueba más, de que los maneja el gobierno.
