En el mes de diciembre de cada año se llevan a cabo en toda la Comarca Lagunera dos costumbres que se han establecido: la danza de tiempos prehispánicos y la reliquia de los primeros años de la religión cristiana, las cuales han tomado ya carta de naturalización entre nosostros los laguneros, por la práctica que de ambas se realiza en estas tierras norteñas cada vez con mayor intensidad, de ahí que ya se ven como algo propio de nuestra región.
Las reliquias llegaron a La Laguna procedentes del estado de Zacatecas, de la que zacatecanos que vinieron a radicar a esta región hicieron que fuera adoptada por los laguneros. Al realizar en estas tierras tal costumbre le fue dedicada a la Virgen de Santa Ana el 26 de julio; la verdadera reliquia no es solo la distribución de platillos de comida, sino que la misma era practicada con un acto litúrgico en el cual se debían de rezar cinco misterios del rosario, lo cual debe de ser anterior al reparto de la comida. Es de señalarse que la reliquia originalmente es un objeto de culto de los restos dejados por un santo después de su muerte, o de aquellos objetos como huesos, clavos o túnicas.
Las danzas que son realizadas por los llamados “matachines”, es una costumbre que data desde tiempo inmemorial en la época prehispánica, siendo una práctica simbólica, dedicada a las deidades indígenas y a las cuales se les daba un profundo sentido ceremonial y religioso. Es de señalarse que, según información histórica, los españoles a su llegada a tierras indígenas pretendieron terminar con tal práctica indígena, sin embargo afortunadamente no lograron su própósito, perdurando con el tiempo la práctica de las danzas en nuestra región.
En una obra editada por la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, se afirma que el 8 de diciembre de 1944 se realizó la primera “peregrinación obrero-Guadalupana”, en la cual participaron 2 mil peregrinos y a partir de tal fecha ha aumentado año tras año el número de participantes, en la que los grupos de danzantes también van en aumento cada año, siempre dedicándole sus bailes y oraciones a la Virgen de Guadalupe.






