COMPETENCIA Y COOPERACIÓN

A propósito del Dia Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

 

Por: M.C. Alberto Damián Flores Araujo

            Este martes 25 de noviembre de 2025, se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el cual solo revela una problemática preocupante que día con día pareciera que se va incrementando, y es que no podemos decir que la reducción de la brecha de desigualdad económica y de violencia de género se ha venido achicando en México y en el mundo, sino que al contrario, pareciera que estamos cada vez más lejos de alcanzar los objetivos en la materia que tanto el sector público, como privado, académico y organismos no gubernamentales, así como la sociedad civil colocan como prioritarios en sus agendas de trabajo, tanto a nivel internacional como nacional y no se diga en el ámbito local.

Los 25 de noviembre de cada año se han convertido en una tradición el hacer visibles los problemas que enfrentan las mujeres en términos de violencia dirigida hacia ellas en todas sus formas. El caso de México es preocupante, ya que el número de víctimas sigue creciendo, por lo que está fecha más allá de recordar a las víctimas debe de permitir y garantizar que estos actos no se repitan, es decir, el Estado debe de garantizar el acceso a una justicia generando condiciones sociales y económicas a favor de las mujeres en México.

A nivel nacional, de acuerdo con sitios especializados en la materia como el Observatorio Nacional Ciudadano, el INEGI, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, señalan que hasta septiembre de 2025, se registraron más de 500 feminicidios, donde entidades como el Estado de México, Sinaloa, Chihuahua y la Ciudad de México, concentran los mayores casos, en Coahuila se han registrado 9 en lo que va del año, siendo el noveno de ellos acaecido hace un par de semanas en la capital saltillense, donde una niña de 13 años perdió la vida a manos de lo que se cree era su pareja sentimental, lo que confirma la hipótesis que los principales violentadores de las mujeres son los hombres de su círculo cercano (pareja, papá, abuelo, tío, amigos, etc.).

Muchas de las veces y ya lo he mencionado en otras de mis columnas, la corrupción impacta en todos los temas de agenda de los gobiernos, por lo que la justicia para las mujeres que son violentadas y que se encuentran en condiciones de pobreza, marginación o de comunidades rurales a veces no llega, ya que este acceso tiene y genera gastos económicos que rara vez se mencionan, como los son todos aquellos relacionados a pagarse para que los trámites “avancen”: pagos a abogados particulares, peritajes, copias certificadas, terapias, alimentación, traslados, etc, por lo que la desigualdad económica que está sumamente marcada en México hace que las mujeres que son violentadas simplemente no puedan costear la justicia que se supone es para todos sin importar su  condición social.

En este sentido, en un tema tan complejo, vale la pena pensar que mundo le estamos dejando a nuestros hijos, entendiendo que no todo se lo podemos dejar al Estado, la violencia se tiene que atender primeramente desde las familias, posteriormente es necesario resaltar el papel de la sociedad en general (escuelas, religión, amistades), así como el Estado, un Estado que no garantiza la seguridad de sus habitantes (en particular de las mujeres y los más desfavorecidos) está fallando como tal.

Para cerrar esto, es importante recordar que más allá de conmemorar con una fecha, es trascendental garantizar el acceso a la seguridad y justicia de todas las mujeres sin importar sus condiciones económicas y sociales, ya que la lucha contra la violencia de género es una lucha que también esta enfocada contra la desigualdad económica.

 

  • El autor es vicepresidente Región Sureste Colegio de Economistas de Coahuila