
Roma, Italia.- La realidad siempre supera a la ficción, y lo ocurrido en Borgo Virgilio (Mantua, norte de Italia) es una prueba perfecta. Un insólito caso ha conmocionado a Italia: un hombre de 57 años fue descubierto disfrazado de su propia madre fallecida mientras intentaba renovar su documento de identidad para continuar cobrando la pensión de la mujer, cuyo cadáver momificado mantenía oculto en casa desde hace tres años.
Graziella Dall’Oglio fallecida en 2022, pero su hijo no denunció su muerte y, en cambio, siguió cobrando su pensión, hasta que fue descubierto en el municipio italiano de Borgo Virgilio, en la provincia de Mantua, intentando suplantar su identidad.
De acuerdo a lo reseñado este lunes por medios locales, el hombre, un enfermero de 56 años desempleado, se disfrazó de su propia madre con peluca, maquillaje, uñas pintadas y demás objetos para renovar su documento de identidad, pero en el registro civil notaron algo extraño.
Un empleado municipal se percató tanto de los contrastes en la edad como en la diferencia en el cuello de ambos parientes. Ante esto, decidieron emitir una nueva convocatoria para el 19 de noviembre, fecha en que policías lo estaban esperando.
Los funcionarios, sorprendidos ante aquel intento tan poco convincente, llamaron a la policía. Cuando los agentes llegaron, la farsa cayó por su propio peso: no sólo descubrieron que era un hombre, sino que era el hijo de la mujer a la que decía ser.
Una vez que fue descubierto y confesó la verdad, se supo que el cuerpo de Graziella estaba momificado, envuelto en sábanas y guardado en dos sacos de dormir escondidos en su casa. Rápidamente dispusieron una autopsia para saber la causa del deceso, que se presume ocurrió de forma natural.
El sujeto ahora es investigado por los presuntos delitos de ocultación de cadáver, fraude contra el Estado, suplantación de identidad y falsificación de documento público.
La policía sigue investigando cuánto dinero habría cobrado ilegalmente durante estos años y si actuó completamente solo. Pero el caso ya ha quedado marcado como uno de los intentos de fraude más surrealistas que se recuerdan en Italia. (El Heraldo de Saltillo)





