En colaboraciones anteriores hemos dado a conocer algunos personajes laguneros del ámbito escolar y mujeres que se incorporaron al movimiento revolucionario de 1910. En este artículo daremos a conocer los maestros laguneros de primaria que dejaron las aulas de clase para incorporarse a las fuerzas revolucionarias para el efecto de participar en forma activa en el gran movimiento encabezado por el insigne coahuilense don Francisco I. Madero González y en el que ya participaban gran número de laguneros que desde su inicio se habian incorporado a las fuerzas revolucionarias.
A partir del año de 1907 se establecieron escuelas del gobierno municipal, siendo las primeras la escuela “Benito Juárez” que inició siendo exclusivamente para niñas. Como es de advertirse, los años señalados eran objeto de las luchas revolucionarias, razón por la cual gran número de maestros eran testigos presenciales de tal movimiento, pero principalmente por su preparación académica tenían conocimiento de la grave situación política y económica por la que atravezaba la república y por tal motivo se involucraban para respaladar al señor Madero en su lucha por México.
Inicialmente, la platilla docente de la escuela “Centenario” estaba conformada por diez maestros, iniciando formalmente labores en septiembre de 1910, aun cuando algunos grupos, la mayoría de ellos, inició en el mes de enero de 1911, correspondiéndole al profesor Federico Chapoy ser el primero que se incorporóa las filas revolucionarias formando el famoso y reconocido grupo de los “Cadetes de la Centenario”, participando activamente a partir de 1911 en el gran movimiento revolucionario en el grupo de voluntarios ferrocarrileros, en donde ocupó el cargo de capitán y fue pagador de los ferrocarrileros revolucionarios. Con posterioridad participó durante la decena trágica en las brigadas Zaragoza y Juárez, alcanzando el grado de coronel y el de oficial mayor de la Secretaría de Guerra y comandante militar del estado de San Luis Potosí.
Al conocerse el cruel asesinato de don Francisco I. Madero, los profesores titulares de la escuela “Centenario”, don Braulio Contreras, Pablo Frías Durán y Pablo Moya, se incorporaron a las fuerzas revolucionarias, participando en la “Toma de Ojinaga”, regresando a la ciudad de Torreón en octubre de 1913. A los maestros en cita se les ofrecieron puestos para que formaran parte del ayuntamiento de Torreón, contestando que “habían ido a la revolución por sus propios ideales y no para ocupar puestos de esa naturaleza, que dejaban el cargo de personas más competentes que ellos”, continuando los mismos con sus cargos académicos hasta aproximarse su fin por enfermedad.



