El municipio de Ramos Arizpe intensificó las labores de vigilancia en el arroyo La Encantada, ubicado entre las calles Uxmal y Chichén Itzá en la colonia Analco, al poniente de la ciudad debido al avance del deslave que ha comenzado a afectar la zona de rodamiento vehicular. Personal de Protección Civil realizó un recorrido de inspección para evaluar el comportamiento del talud y establecer medidas preventivas.
El director de Protección Civil y Bomberos, Francisco Sánchez Aguirre, informó sobre la notificación formal de la situación tanto a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) como al Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), organismos que ya emitieron lineamientos para atender el fenómeno.
“Una de las indicaciones fue implementar un sistema de medición más riguroso, por lo que marcamos alrededor de 50 metros con pintura amarilla. Esto nos permitirá registrar con precisión cuánto avanza la erosión y en cuánto tiempo ocurre”, detalló.
Con base en la revisión de imágenes de años anteriores, la dependencia detectó que el cauce ha retrocedido entre 40 y 50 metros en la última década, un deterioro que ahora compromete parte del carril de circulación.
“Para el alcalde Tomás Gutiérrez Merino este tema es prioritario, porque ya existe afectación directa en la vialidad y debemos anticiparnos a un posible riesgo mayor”, señaló.
Como medida inmediata, se colocaron seis ballenas de concreto, tres en cada calle, para cerrar el paso a los automóviles y evitar que el peso de los vehículos agrave la inestabilidad del terreno o provoque un accidente.
Respecto a la solución definitiva, el director indicó que el CENAPRED sugirió la construcción de un muro de contención especializado, una obra de ingeniería que necesitaría la coordinación de CONAGUA y la intervención de expertos en infraestructura hidráulica. (EDUARDO SERNA).







