Microbiota intestinal: cuídala cuanto antes

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Monterrey, NL.- Cuidar tu microbiota intestinal es un factor protector de los más poderosos para prevenir enfermedades, una de ellas, el cáncer colorrectal.

La microbiota es el conjunto de microorganismos, principalmente bacterias, del tracto digestivo. ¿Cómo se puede cuidar?

En términos prácticos, una persona que no tiene una alimentación saludable provoca un desequilibrio en su microbiota con el aumento de bacterias dañinas que causan inflamación y un mayor riesgo de enfermedades físicas y mentales.

Elena Elez, especialista en tumores gastrointestinales y jefa del Grupo de Cáncer Colorrectal del Vall d’Hebron Instituto de Oncología, en España, señala que la microbiota debe comenzar a cuidarse desde la infancia.

De esa forma, el niño podrá adoptar buenos hábitos como parte de un saludable estilo de vida.

“Firmemente creo que esto tiene que empezar cuanto antes”, dijo la oncóloga.

“Hay que entenderlo, ¿qué es un hábito de vida saludable?, ¿qué es una dieta saludable? Creo que no sólo el cáncer colorrectal, muchísimas enfermedades se podrían prevenir si esto lo hacemos desde la infancia, desde el principio”.

El cáncer colorrectal comienza en el colon o en el recto. A menudo se agrupan juntos porque tienen muchas características comunes. Es uno de los tipos de tumores con mayor mortalidad.

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Elez participó en el Seminario Educativo Latinoamericano de Oncología, organizado recientemente por Pfizer en Lima, Perú.

“En algunos casos no vamos a poderlo evitar porque al día de hoy todavía no sabemos exactamente en cada caso qué es lo que lo está provocando (el cáncer colorrectal)”, explicó Elez.

“Pero sí sabemos, y eso está demostrado, que hay algunos factores que van a contribuir al desarrollo del cáncer colorrectal, como hábitos de dieta; una dieta muy rica en grasas o el sobrepeso, el sedentarismo, son factores que ayudan a propiciar un entorno inflamatorio”.

Algo que se ha ido popularizando es el consumo de probióticos, que son bacterias de buena calidad que encuentras en suplementos o alimentos fermentados como el kéfir, la kombucha o el yogur.

Pero la especialista apuntó que no tiene sentido consumir, por ejemplo, kéfir, si no se acompaña de un estilo de vida saludable, que incluya calidad de sueño y ejercicio.

“Tomar un probiótico, pero luego me como una hamburguesa con papas fritas y además voy en coche a todos los sitios, no nos va a servir de mucho tampoco”, recalcó. “Todo tiene que ir acompañado con pequeños esfuerzos y equilibrados”.

Los antibióticos afectan el equilibrio de la microbiota, añadió, por eso cuando una persona está bajo tratamiento es recomendable que tome probióticos.

Hasta ahora, añadió, aún no hay evidencia para contraindicar el uso de ciertos antibióticos por el riesgo a desarrollar este tumor.

“Pero sí que hay evidencia que apoya que los antibióticos modulan el microbioma. Eso puede tener una influencia en la inflamación y que de alguna manera estemos favoreciendo determinados contextos”, indicó.

“Dicho esto, en algunos pacientes el antibiótico lo puede promover, en otros lo puede proteger, porque cada microbioma es distinto”. (AGENCIA REFORMA)