🇲🇽 Más imágenes de Checo Pérez con el Ferrari SF23 en Imola
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— Fórmula Directa (@FormulaDirecta) November 13, 2025
Imola Italia.- Tras casi un año alejado de las pistas, Sergio Pérez ha comenzado de manera oficial su camino de regreso a la Fórmula 1, al tener su primera prueba con Cadillac.
A casi tres meses de haber sido anunciado como piloto estrella de la escudería norteamericana, el piloto mexicano tuvo su primera prueba con este equipo, la cual tuvo como particularidad que fue al volante de un Ferrari.
Esta sesión de pruebas en el trazado italiano representó la primera prueba real del equipo estadounidense en pista antes de su debut oficial en la máxima categoría.
Como suelo suceder, se viralizaron entre los fanáticos del deporte motor las imágenes de Pérez al volante de un “Ferrari negro” como parte del ambicioso proyecto de Cadillac, que se prepara para integrarse como el undécimo equipo de la parrilla.
Según detalles que reportaron sitios especializados como ‘Motorsport’ y ‘Planet F1’, durante el ensayo en Imola, la nueva escudería utilizó boxes 16 y 17, donde unos 20 integrantes de Cadillac trabajaron junto a 30 miembros de Ferrari, proveedor de la unidad de potencia y del monoplaza utilizado para la ocasión.
El modelo que usó Checo fue de hace dos temporadas (2023) y fue probado previamente en Fiorano por Arthur Leclerc, piloto de ensayos de Ferrari y hermano de Charles, antes de ser entregado a Pérez.
El objetivo principal de este test no era el desarrollo técnico del coche, sino la integración operativa del equipo, indicaron los sitios especializados.
Es relevante recordar que Graeme Lowdon, director de Cadillac, explicó que la prioridad era ofrecer a los mecánicos y al personal la oportunidad de adquirir experiencia real en pista.
“No estamos probando el coche, estamos probando al personal”, el titular de la escudería, subrayó la importancia de que los integrantes del equipo se familiaricen con los procedimientos cotidianos de la Fórmula 1, desde la manipulación de las mantas térmicas hasta la gestión del tamaño y el calor del monoplaza. El directivo insistió en que la ventaja buscada no está relacionada con el rendimiento del coche, sino con la formación y la memoria muscular de los mecánicos, elementos esenciales para competir al más alto nivel.
De esta forma, la jornada en Imola significó un reencuentro con la acción real en el monoplaza, una experiencia que el propio piloto describió con entusiasmo.
“Tengo curiosidad, sabes, por descubrir cuántas vueltas aguantará mi cuello antes de que se destruya”, comentó Checo Pérez a ‘Reuters’ en la previa de las pruebas, remarcando el exigente esfuerzo físico que implica manejar en la Fórmula 1 tras meses de inactividad.
El piloto tapatío hará su gran regreso a las pistas el 8 de marzo de 2026, cuando comience la próxima temporada de la F1 en el Gran Premio de Australia. (El Heraldo de Saltillo)


