DERECHO E INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Hace días leí una columna de mi amigo Luis Carlos, a quien a pesar de tener argumentos muy buenos y con “temor” a sus represalias “líricas”; me atrevo a contradecir. A mí (al igual que a muchos) sí me tocó crecer en un Saltillo vaquero, justo por las huertas de producción agrícola, que muchos años atrás fueron llamadas “milpas”, en particular la que lideraba mi familia y hoy me honra conservar.

La música de Emilio Navaira, Intocable, y otros grupos norteños-texanos, más que algo común, era algo obligatorio para las carnes y para arreglar las trocas los fines de semana. Me enorgullece decir que llegué a Jurisprudencia con botas al igual que muchos de mis compadres que hoy están mejorando Coahuila.

Esto, me llevó a recordar mi infancia en los “dosmiles”, por andar en la huerta o en el rancho, poco tiempo quedaba para ver películas, pero una de ellas que sí vi fue “Terminator”, cuya trama describe una sociedad futurista y distópica en la que se ha fraguado la rebelión de las máquinas en el año 2029.

Estamos a menos de un lustro de esa fecha y paradójicamente la Industria Inteligente ha evolucionado de forma muy acelerada; la inteligencia artificial, el internet de las cosas, el big data, los robots de asistencia y compañía, y otras herramientas de productividad; son realidad.

Hay personas que tienen el temor de que la IA constituya un riesgo inminente al desarrollo cognitivo de los humanos y también, otros radicales tienen el temor de que cobre conciencia y se rebele, tal y como pasó en la película.

En ese sentido, nuestro marco legal debe ser actualizado, para que dichas herramientas sean usadas con ética, responsabilidad y seguridad. Que sean sujetas a un marco de revisión humana que las vuelva perfectibles y controlables.

Por ello debemos destacar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ya comenzó  pronunciarse sobre el concepto y el alcance de  la IA, tanto en materia de taxatividad penal, como sobre su uso sobre la propiedad intelectual.

Al estudiar el trabajo legislativo de los Congresos encontré que 30 entidades federativas han presentado iniciativas para regular la IA; la mayoría se ha centrado en ampliar el catálogo de delitos contemplando el uso de la IA, otras buscan limitar el uso académico de dicha herramienta, algunas han planteado utilizarla en la gobernanza digital, e incluso Guanajuato, Hidalgo y Zacatecas pretenden regular el uso de la IA para el trabajo legislativo.

A nivel federal se han presentado 6 proyectos relacionados con el uso de IA, entre ellos destaca la iniciativa para expedir la Ley de Regulación Ética de la Inteligencia Artificial y la Robótica de 27 de mayo de 2023; cuyo objeto es regular y normar el uso de estas tecnologías con fines gubernamentales, económicos, comerciales, administrativos, comunicacionales y financieros, con apego a la ética y al derecho.

Platicaba con mi compadre Roberto Díaz, que es especialista en certificaciones (de hecho el único capacitador de ISO/IA en el país),  que existe la ISO/IEC 42001 que regula la gestión de IA en las empresas. Constituye la primera norma internacional que se centra en los desafíos de ética, transparencia, gestión de datos e impacto humano de los sistemas de inteligencia artificial.

En ese sentido, dado el contexo y lo que hemos estudiado;  creemos que existe la necesidad de construir una normativa amplia estatal que adopte los principios y lenguaje universal de la ISO, para regular a la IA desplegada por las personas físicas y morales en el estado.

Pero sobre todo, para distinguirnos a nivel nacional; se puede cimentar una regulación más ampia, que contemple a la Industria Inteligente como género, para preveer los futuros desafíos éticos, económicos y de seguridad que nos puedan impactar como estado, y que provengan no solo de la IA, sino del internet de las cosas, el bigdata, la gpbernanza digital y otras herramientas de productividad que seguramente se seguirán desarrollando.

 

  • El autor es Maestro en Derecho por la Facultad de Jurisprudencia de la UAdeC, Secretario General del Saltillo Barrister Inn de Phi Delta Phi.