COMPETENCIA Y COOPERACIÓN

 

Columna de El Colegio de Economistas de Coahuila, A.C.

 

La corrupción en México: ¿están fallando las políticas públicas en la materia?

Por: Mtro. Alberto Damián Flores Araujo

La corrupción surge como el principal obstáculo para el crecimiento y desarrollo de cualquier economía, afectando entre otras cosas el desempeño de la recaudación tributaria, la calidad del gasto público y la distribución del ingreso, sin embargo, su campo de acción se extiende a todas la áreas e instituciones tanto públicas como privadas y en los diferentes estratos de la población. Transparencia Internacional es quien se encarga de la medición de la percepción de la corrupción a nivel mundial, donde una calificación de cero señala una elevada presencia de corrupción mientras que 100 hace referencia a una nula presencia de esta.

En el caso de México se tiene que es el país con mayor presencia de corrupción entre los miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), ya que en el 2025 presentó un índice de 26 puntos de 100, situándose a nivel mundial en el lugar 140 de 180 economías evaluadas, esta tendencia ha venido agravándose en los últimos seis años, ya que la percepción de corrupción ha pasado de 34.0 a un 26.0 por ciento, mientras que la media de todo el conjunto de países ha estado fluctuando en dicho periodo entre el 42.5 y 43.2 por ciento, haciendo que México se ubique por debajo del promedio. Este punto es relevante ya que el índice mide, entre otras cosas, la percepción que tienen los ciudadanos sobre el grado de corrupción de funcionarios públicos o políticos lo que va intrínseco en el manejo y uso de los recursos públicos y que a su vez impacta en la calidad del gasto público.

Lo que ha llevado a México a caer aún más en estos temas, tiene que ver con factores relacionados con la impunidad en sujetos implicados en temas como la Estafa Maestra; los procesos poco transparentes en materia de contrataciones públicas, la incertidumbre en las reformas al Poder Judicial, y de manera más grave, la presencia del crimen organizado en los tres niveles de gobierno hacen que México refleja una debilidad institucional grave tanto para nosotros como ciudadanos y ante los ojos del mundo.

En este contexto la presencia de corrupción en México impacta directamente en la tributación tanto en los niveles del gobierno central como subnacional y a su vez en la forma en la que se ejerce el gasto público. En el grupo de países que conforman la OCDE, México ocupa los últimos lugares en cuanto a la recaudación de ingresos tributarios como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) oscilando entre el 16.00 con 23.7 por ciento, tan solo por encima de Indonesia, mientras que el promedio de estas 38 economías es de poco más del 40.0 por ciento. Así mismo, aquellos países que presentan una alta recaudación de ingresos tributarios son aquellos que a su vez presentan menores niveles de corrupción, como lo son: Noruega, Francia, Finlandia, Dinamarca y Bélgica; en contraparte, aquellos países con menores niveles de recaudación son aquellos que presentan mayores niveles de corrupción, con esto, se puede concluir que existe una relación directa entre corrupción y recaudación tributaria.

En este sentido, al ser la corrupción un problema público, derivado del mal uso de los recursos (principalmente) es necesario que se diseñen políticas públicas multidisciplinarias y orientadas a resolver problemas que permitan mitigar los daños ocasionados por este mal social, solo así podremos construir instituciones sólidas que permitan garantizar el crecimiento económico en todo su conjunto.

 

  • El autor es vicepresidente Región Sureste Colegio de Economistas de Coahuila.