Loza de barro vidriada: un peligro latente para la salud
Dr. Efraín Ríos Sánchez
Hay muchas cosas que nos hacen sentir orgullosos de ser mexicanos, nuestra gastronomía, el mariachi, el tequila, pero uno de los distintivos de nuestro país es la loza de barro, esos platos cafés donde servimos el asado y el pozole, los jarritos donde —dicen— el café sabe mejor, y las ollas, quienes cocinan con ellas aseguran que son lo que dan el toque distintivo a la comida. En definitiva, esos utensilios de cocina forman parte de nuestra cultura, pero existe un peligro en ellos que no todos conocen o quieren aceptar: el vidriado con plomo.
La loza de barro es tan antigua como la humanidad, y en nuestro país se ha utilizado durante muchos años, pero no fue sino hasta llegada los españoles por el año 1500 que trajeron un avance tecnológico importante: vidriarlo con greta, que es un compuesto de óxido de plomo y consiste en agregarlo y cocerlo a altas temperaturas. Gracias a la greta, la loza de barro toma un aspecto vidriado, brilloso, lo vuelve impermeable al agua y más resistente. Este proceso fue un avance importante para generar loza más duradera, sin embargo, existe un problema. En el proceso final de cocción de estos utensilios, el plomo presente en la greta no se fija adecuadamente a la arcilla de la loza de barro, el cual, con el uso cotidiano, servir y preparar alimentos ácidos y calientes, va desgastando la capa impermeable y liberando el plomo a los alimentos para finalmente llegar a nosotros.
La loza de barro es considerada en México la fuente principal de intoxicación por plomo, un problema real que afecta a todos y todas, sin embargo, las personas más vulnerables son los niños y niñas, especialmente menores de 15 años y las mujeres en estado de embarazo y lactancia por la transferencia que se puede dar al bebé a través de la madre. Los efectos tóxicos del plomo dependen de la cantidad a la que estamos expuestos, sin embargo, lo que sí podemos asegurar, es que no hay umbral de toxicidad, esto significa que no hemos podido determinar un nivel al que el plomo no ejerza efectos adversos en la salud, siendo el más importante la disminución del coeficiente intelectual de los niños y niñas, afectando el aprendizaje y, potencialmente, su acceso a mejores oportunidades laborales. Investigaciones realizadas por el Instituto Nacional de Salud Pública indican que en México existen aproximadamente un millón 407 mil 498 niños y niñas, entre uno y cuatro años, intoxicados por plomo, lo que representa 16.8 % de los niños de México en ese rango de edad. Las zonas más afectadas son el centro y sur del país, en donde esta loza se produce de manera tradicional y, en muchos casos, su venta es la base de la economía familiar, aunque con ello un riesgo latente llega a cada una de nuestras cocinas.
La tercera semana de octubre de cada año, se celebra la semana internacional de prevención de la intoxicación por plomo con el fin de visibilizar esta problemática y actuar en consecuencia. La recomendación siempre será evitar el uso de la loza de barro pero, no la desechemos, podemos usarla en adornos o floreros, pero nunca para servir o preparar nuestros alimentos. Es momento de cuidar nuestra salud, especialmente de aquellos peligros silenciosos que se encuentran en nuestros hogares y que afectan a los más pequeños de nuestras familias.
Facultad de Contaduría y Administración, Unidad Laguna


