Roma, Italia.- El papa León XIV denunció el “uso de los alimentos como arma de guerra” y la carestía en lugares como Gaza o Ucrania, durante su intervención este jueves 16 de octubre en los actos del Día Mundial de la Alimentación en la sede romana de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Los escenarios de los conflictos actuales han hecho resurgir el uso de los alimentos como arma de guerra, contradiciendo todo el trabajo de sensibilización llevado adelante por la FAO durante estas ocho décadas”, lamentó durante el discurso inaugural del foro.
Durante su extenso discurso, y uno de los más críticos desde el inicio de su pontificado, el papa advirtió que “cada vez parece más lejano el consenso internacional que considera la inanición deliberada un crimen de guerra” y la obstrucción del acceso a los alimentos como una violación grave de los derechos humanos.
León XIV recordó que el derecho internacional humanitario “prohíbe sin excepción los ataques contra civiles y contra bienes esenciales para la supervivencia de las poblaciones”, y señaló que el Consejo de Seguridad de la ONU ya había condenado unánimemente el uso del hambre como arma de guerra, reconociendo su vínculo directo con la inseguridad alimentaria.
El pontífice denunció ante la comunidad internacional la dramática situación de millones de personas que carecen de agua potable, alimentos, atención médica o educación digna en lugares como Ucrania, Gaza, Haití, Afganistán, Mali, la República Centroafricana, Yemen y Sudán del Sur.
“Lamentablemente, esta condena parece haber quedado en el olvido”, expresó con pesar. “Seguimos siendo testigos del uso de esta estrategia inhumana que priva a hombres, mujeres y niños del derecho más elemental: el derecho a la vida” señaló.
León XIV enfatizó que “el silencio de quienes mueren de hambre resuena en la conciencia de todos”, aunque a menudo sea “ignorado o tergiversado”. Y alertó que el mundo “no puede continuar por este camino”.
“Debemos renovar nuestro compromiso para poner fin a este escándalo”, exclamó. “El hambre no es sólo un problema que resolver, es un clamor que se eleva al cielo y exige una respuesta urgente de los Estados, de los organismos internacionales y de cada comunidad”.
Finalmente, el papa defendió “sin reservas” la necesidad del multilateralismo y de la cooperación entre naciones frente a lo que describió como “peligrosas tentaciones autocráticas” que emergen en un mundo multipolar y cada vez más interconectado. (El Heraldo de Saltillo)
