Entre la innovación y la incertidumbre: desafíos de los jóvenes investigadores en México
Dr. Alberto Antonio Neira Vielma
Desde hace varios años, el quehacer científico en todas sus ramas del conocimiento se encuentra en un proceso de transformación constante y acelerado, el cual plantea múltiples retos que impactan de forma directa a las nuevas generaciones de investigadores. El contexto global, marcado por la acelerada innovación tecnológica, el creciente entrecruzamiento científico y la necesidad de brindar respuesta a problemáticas cada vez más sensibles, demanda que los investigadores se enfrenten a desafíos cada vez más complejos y puntuales.
En México, un país con economía emergente, el financiamiento limitado para la investigación científica marca la pauta para el desarrollo de investigaciones que generen soluciones a problemas complejos. A pesar de los esfuerzos institucionales, el gasto en ciencia y tecnología en México continúa por debajo de los estándares internacionales, situación que aumenta las dificultades para sostener proyectos a largo plazo, adquirir equipamiento de vanguardia y garantizar la formación continua de los investigadores. Aunado a ello la inserción laboral y la estabilidad profesional en gran parte de los jóvenes investigadores, enfrenta un panorama liderado por la falta de espacios académicos, la precarización de los contratos y la dependencia de becas temporales que no dan certeza laboral. Esta situación provoca incertidumbre y puede limitar el desarrollo de carreras científicas sólidas dentro del país, truncar investigaciones científicas innovadoras e incluso generar la disminución de calidad en instituciones académicas.
Debido a esto las nuevas generaciones deben atender la necesidad de internacionalización y colaboración interdisciplinaria, ya que la ciencia actual requiere construir redes de conocimiento que trasciendan fronteras y disciplinas, generando construcción social del conocimiento para crear vínculos con investigadores y centros internacionales que permita el diversificar los recursos, sin perder de vista la pertinencia local de sus investigaciones. Teniendo como primicia que la investigación no solo debe aspirar al avance del conocimiento, sino también a la solución de problemas globales como el cambio climático, seguridad alimentaria, salud pública, gestión de riesgos, innovación tecnológica y social. Esto exige que los investigadores desarrollen proyectos con impacto tangible, capaces de incidir en políticas públicas y en el bienestar de la población.
Por último, pero no menos importante, un reto transversal en la generación de conocimiento, es la difusión y apropiación social de la ciencia. Los investigadores deben aprender a comunicar de forma adecuada y concisa sus hallazgos, promoviendo una cultura científica en la sociedad, lo que a su vez promueve la disminución de la desinformación. Esta importante tarea implica el uso estratégico de medios digitales, redes sociales y espacios comunitarios que acerquen el conocimiento a públicos diversos. La investigación científica no puede limitarse únicamente a la producción de conocimiento técnico ya que es fundamental que sus hallazgos sean accesibles y comprensibles para distintos sectores de la sociedad. Para garantizar la correcta difusión, los investigadores deben adquirir habilidades de comunicación efectiva, ser capaces de traducir resultados complejos en información clara y pertinente para públicos diversos, desde tomadores de decisiones y profesionales de otras disciplinas, hasta la ciudadanía en general, fomentando así la toma de decisiones informada y fortalecer la confianza pública en la ciencia y la tecnología.
Marcando un punto de partida multifactorial, los nuevos investigadores en México enfrentan un escenario desafiante, en términos financieros, laborales, académicos y sociales, así como la exigencia de generar ciencia relevante y socialmente comprometida. La resiliencia de los investigadores para responder a estas exigencias dependerá en gran medida de su compromiso ético, su capacidad de innovación y la construcción de redes colaborativas que trasciendan fronteras disciplinares y geográficas, consolidando así una investigación capaz de responder a los retos del presente y del futuro.
Centro de Estudios e investigaciones Interdisciplinarios, Unidad Sureste
