
Pekín, China.- Los obstáculos en el camino hacia el uso de órganos de animales modificados genéticamente para trasplantes en humanos cada vez se van eliminando poco a poco. Así lo demuestra el caso que se publicó este jueves 9 de octubre que documentó a la primera persona viva a la que se le ha trasplantado un hígado de cerdo modificado genéticamente. Este paciente, de 71 años, con cirrosis y cáncer de hígado, pudo aprovechar este órgano durante un periodo de un mes, en el que funcionó correctamente.
La función hepática del receptor se consideró demasiado deficiente para que un trasplante convencional tuviera posibilidades de éxito, debido a un tumor de gran tamaño y a las cicatrices profundas causadas por una infección de hepatitis B.
No obstante, el paciente requería algún tipo de trasplante, ya que corría riesgo fatal de una ruptura de tumor. Por ello, aceptó en mayo de 2024 que le reemplazaran la parte derecha de su hígado, que contenía el tumor, por uno genéticamente modificado de un minicerdo de 11 meses.
La operación consistió en dejar el hígado humano original y añadir el hígado porcino como apoyo (esto se conoce como “trasplante auxiliar”).
Así el órgano animal podía ayudar sin reemplazar completamente la función natural del hígado del paciente.
Casi inmediatamente, el hígado comenzó a secretar bilis, un líquido que el órgano produce para ayudar a descomponer la grasa de los alimentos y en cuestión de semanas, el órgano empezó a procesar albúmina, una proteína hepática que evita la fuga excesiva de líquido de los vasos sanguíneos.
Aproximadamente un mes después de la intervención quirúrgica, el paciente desarrolló coágulos sanguíneos potencialmente mortales, lo que obligó al equipo médico a retirar el trasplante. Esto probablemente se debió a la activación excesiva de parte del sistema inmunitario del receptor y a la producción de niveles anormales de algunas proteínas de la coagulación sanguínea.
El paciente vivió unos cinco meses más (171 días), con solo el lado izquierdo de su hígado, y luego falleció por una hemorragia estomacal, común en las cicatrices hepáticas. Beicheng Sun, de la Universidad Médica de Anhui y coautor del estudio, señaló que la hemorragia probablemente no estuvo relacionada con el trasplante.
A pesar del deceso, el procedimiento puede considerarse un éxito parcial, ya que, de lo contrario, el paciente probablemente habría fallecido poco después de la extirpación del tumor. El hígado del receptor se regeneró parcialmente mientras el trasplante funcionaba correctamente, lo que probablemente le permitió vivir varios meses más.
Este procedimiento ha mejorado la comprensión de los xenotrasplantes, lo que plantea la posibilidad de que los hígados de cerdo puedan ganar tiempo para quienes esperan trasplantes humanos. Incluso podrían permitir que el tejido hepático restante se regenere lo suficiente como para que las personas ya no necesiten el procedimiento, explicó Sun.
Por su parte, Heiner Wedemeyer, de la Facultad de Medicina de Hannover (Alemania), quien no participó en el estudio, calificó este trasplante como “realmente revolucionario”. “El paciente estuvo a punto de morir, pero gracias al trasplante, sobrevivió medio año”, añadió.
El estudio nació para responder a un problema que afecta a miles de personas cada año: la escasez de órganos para trasplante hepático.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) miles de pacientes mueren por no conseguir un donante.
La diferencia entre las personas que necesitan un órgano y los que lo reciben representa una brecha difícil de cerrar. Muchos enfermos se quedan sin oportunidad por la falta de donantes adecuados.
Por eso, los investigadores de China decidieron evaluar si órganos de animales modificados pueden buscar cubrir esa necesidad.
En México, hay 229 pacientes en lista de espera para un trasplante de hígado, según las estadísticas del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra). Esta cifra representa una demanda significativa, y se estima que el número de personas que realmente necesitan un trasplante podría ser mucho mayor, ya que no todos los casos son registrados.
A nivel nacional, hay 19 mil 639 personas en espera de trasplante de órganos en general, pero la cifra real puede ser mayor. (El Heraldo de Saltillo)
https://www.journal-of-hepatology.eu/article/S0168-8278(25)02497-3/fulltext


