
Washington DC, Estados Unidos.- Desde la Casa Blanca, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, pidió el lunes a las mujeres no tomar paracetamol “durante todo el embarazo” por estar “asociado a un riesgo muy elevado de autismo”, una declaración que contradice la experiencia médica.
Indicó que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) comenzaría a notificar a los médicos que el uso de acetaminofén “puede estar asociado” con mayor riesgo de autismo.
Trump no proporcionó en ese momento evidencia médica.
“No lo tomen. No se lo den a su bebé”, declaró el político republicano durante una conferencia de prensa dedicada al autismo, uno de los temas que más le preocupan.
Trump se refería al Tylenol, el medicamento con paracetamol más común en Estados Unidos, un compuesto que es vendido sin receta y utilizado desde hace décadas, sin que los estudios hayan mostrado efectos gravemente contraproducentes.
El autismo, sin embargo, ha crecido exponencialmente en Estados Unidos (y en otros países, de acuerdo con estudios médicos comprobados), insistió Trump, flanqueado de su Secretario de Salud, Robert Kennedy Jr., quien es un declarado escéptico de las vacunas.
Trump aludió a una tasa de prevalencia del autismo que ha ido creciendo en Estados Unidos: hace décadas, explicó, 1 de cada 20 mil niños era diagnosticado con autismo.
Ese porcentaje pasó a “1 de cada 10 mil” y siguió bajando hasta “1 de cada 31 niños” en la actualidad, aseguró usando unos carteles para apoyar sus declaraciones.
“Según un rumor -y no sé si es cierto- no tienen paracetamol en Cuba porque no pueden permitírselo. Pues bien, casi no tienen autismo”, afirmó el presidente.
Presente en analgésicos ampliamente utilizados como Doliprane o Dalfagan, el paracetamol o acetaminofén es recomendado para mujeres embarazadas contra el dolor o la fiebre, ya que otros medicamentos como la aspirina o el ibuprofeno están contraindicados, sobre todo al final del embarazo.
Vincularlo al autismo sería muy irresponsable y potencialmente peligroso, advirtieron a principios de septiembre decenas de científicos estadounidenses especializados en autismo, después de que el Wall Street Journal mencionara esta posibilidad.
“La ciencia es mucho más matizada e incierta”, insistió un experto. Advirtió que tal anuncio sembraría “confusión y miedo”.
Trump dijo que ante la posibilidad de que esté vinculado al autismo, una condición del neurodesarrollo que afecta a las capacidades de comunicación y de relación del ser humano, más valía “evitar en la medida de lo posible” tomar ese medicamento.
Paralelamente a las declaraciones del presidente, el Departamento de Salud de Estados Unidos anunció que daba luz verde al uso de la leucovorina para luchar contra determinados aspectos del autismo, como el retraso lingüístico.
FALTAN MÁS ESTUDIOS
La posibilidad de un vínculo entre el consumo de paracetamol durante el embarazo y los trastornos del neurodesarrollo en el niño no es “nada nuevo”, señalo David Mandell, profesor de psiquiatría en la Universidad de Pensilvania.
Ha habido numerosas investigaciones sobre el tema, con resultados divergentes.
Un estudio realizado en más de 2 millones de niños y publicado en 2024 en la revista médica Jama descartó este riesgo.
Pero recientemente un análisis de estudios anteriores llegó a una conclusión opuesta, aunque sus autores advirtieron que se necesitan más investigaciones para confirmar esta posible implicación.
El Dr. Didier Prada, profesor adjunto de Ciencias y Políticas de la Salud Poblacional y de Medicina Ambiental en Monte Sinaí, dijo en una entrevista al inicio de este mes que las mujeres embarazadas no deben suspender la medicación sin consultar a sus médicos.
“El dolor o la fiebre no tratados también pueden perjudicar al bebé. Lo importante es dialogar con el personal de salud sobre la opción más segura y considerar tratamientos no farmacológicos cuando sea posible”.
VACUNAS Y HEPATITIS B
El autismo es un trastorno complejo con un espectro muy amplio cuya causa se estudia desde hace décadas.
Aunque la genética juega un papel importante, también se han señalado varios factores ambientales, como una neuroinflamación o el consumo de ciertos medicamentos como el antiepiléptico Depakine durante el embarazo.
Kennedy Jr. había prometido establecer para septiembre las causas de lo que califica como “epidemia de autismo”.
Muchos científicos rechazan la existencia de una epidemia, señalando las mejoras en los diagnósticos detrás de este incremento del autismo.
Trump abogó también ayer por cambiar el calendario de vacunación infantil estadounidense, asegurando que no había “razón” para vacunar a los recién nacidos contra la hepatitis B.
“La hepatitis B se transmite por vía sexual. No hay ninguna razón para vacunar contra la hepatitis B a un bebé recién nacido. Yo diría que se debe esperar hasta que el niño tenga 12 años”, dijo.
Sin embargo, la hepatitis B puede ser transmitida de madre a hijo durante el embarazo o el parto. (AGENCIA REFORMA)


