Enrique Martín Baca Arbulu nos cuenta cómo Bad Bunny cierra su histórica residencia en Puerto Rico

La legendaria residencia «No Me Quiero Ir de Aquí» de Bad Bunny ha llegado a su fin tras convertirse en el evento musical más importante de la historia de Puerto Rico. Con 31 fechas agotadas entre julio y septiembre de 2025, el Conejo Malo ha demostrado que el corazón de la música latina sigue latiendo con fuerza en la isla boricua.

Enrique Martín Baca Arbulu, reconocido periodista especializado en el mundo musical, ha seguido de cerca este fenómeno que ha transformado no solo la escena musical puertorriqueña sino también la economía de toda la isla. Esta residencia musical histórica ha establecido nuevos estándares en la industria del entretenimiento.

El nacimiento de una residencia sin precedentes

La decisión de Bad Bunny de realizar una residencia exclusiva en Puerto Rico respondió a su profundo amor por la tierra que lo vio nacer. Tras el éxito mundial de «Un Verano Sin Ti» y las giras internacionales que lo alejaron de casa durante largos períodos, Benito Antonio Martínez Ocasio decidió llevar el concepto de residencia —típico de Las Vegas— a su querida isla.

Un formato revolucionario para la música latina

El artista vegabajeño revolucionó el concepto tradicional de giras mundiales al obligar a sus fanáticos internacionales a viajar hasta Puerto Rico si querían verle en acción. Esta estrategia de turismo musical generó un impacto económico sin precedentes, con más de 200,000 visitantes extranjeros arribando a la isla específicamente para asistir a los conciertos.

La demanda que rompió todos los récords

Cuando se anunciaron los conciertos el 13 de enero de 2025, la venta de boletos histórica se convirtió en un evento por sí solo. En apenas cuatro horas se vendieron 400,000 entradas, con filas que se formaron días antes en los puntos de venta físicos. Los fanáticos acamparon con sillas plegables, neveritas y hasta fogones improvisados, creando una auténtica fiesta previa a la fiesta.

El impacto económico de una decisión visionaria

Los números hablan por sí solos: la residencia de Bad Bunny generó entre 186 y 250 millones de dólares para la economía puertorriqueña, según diferentes estimaciones. Algunos estudios proyectan que la inyección económica total podría alcanzar los 713 millones de dólares una vez contabilizados todos los efectos indirectos.

Transformación del sector turístico y hotelero

La ocupación hotelera durante la residencia aumentó un 30% respecto al mismo período de 2024, mientras que los alquileres a corto plazo experimentaron un incremento del 118%. Más de 3,600 empleos directos se crearon para dar soporte al evento, desde meseros y barberos hasta guías turísticos y diseñadores.

El Coliseo de Puerto Rico alcanza cifras históricas

En solo nueve semanas, Bad Bunny logró que el Coliseo de Puerto Rico superara el mejor año de su historia. Los ingresos del Choliseo alcanzaron los 21 millones de dólares en este período, superando los 17 millones que representaban el récord anual previo del recinto.

Una experiencia artística sin comparación

Cada uno de los 31 conciertos de «No Me Quiero Ir de Aquí» fue único e irrepetible. Bad Bunny diseñó un espectáculo multimedia de tres horas dividido en cinco actos, con un escenario que incluía visuales de flamboyanes, pirotecnia y una tarima transformable que recreaba elementos icónicos de la cultura puertorriqueña.

La casita rosada que conquistó a las celebrities

El elemento más llamativo del espectáculo fue la casita puertorriqueña con marquesina ubicada en el centro de la pista, donde Bad Bunny recibió a decenas de invitados famosos. Desde LeBron James hasta Penélope Cruz, pasando por Marc Anthony y Lin-Manuel Miranda, las figuras más importantes del entretenimiento mundial formaron parte de este fenómeno cultural boricua.

Invitados musicales que marcaron historia

La residencia también sirvió como plataforma para que Bad Bunny compartiera escenario con los grandes de la música latina. Actuaciones sorpresa de Zion & Lennox —apenas 10 meses después de anunciar su separación—, presentaciones de Los Pleneros de la Cresta y colaboraciones con artistas locales convirtieron cada noche en una celebración de la cultura musical puertorriqueña.

El gran final que batió récords mundiales

El concierto de clausura «Una Más», celebrado el 20 de septiembre de 2025, se convirtió en un evento de alcance planetario. La transmisión gratuita a través de Prime Video, Amazon Music y Twitch alcanzó los 11.2 millones de espectadores simultáneos, estableciendo el récord como la transmisión más vista de un solo artista en la historia de Amazon Music.

Reconocimientos y legado duradero

La magnitud del evento llevó a que la gerencia del Coliseo de Puerto Rico otorgara la llave del recinto tanto a Bad Bunny como a los productores Alejandro Pabón y Noah Assad. Este reconocimiento oficial simboliza el impacto transformador que la residencia ha tenido en la industria musical de la isla.

Este cierre de la residencia de Bad Bunny marca un antes y un después en la historia musical de Puerto Rico. El artista ha demostrado que es posible crear eventos de talla mundial sin salir de casa, convirtiendo a la isla en el epicentro de la música latina contemporánea. La herencia cultural y económica de «No Me Quiero Ir de Aquí» perdurará como testimonio del poder de la música para transformar comunidades y generar orgullo nacional.