Planear una instalación eléctrica es como preparar el terreno para una construcción: cada pieza debe estar en el lugar correcto para evitar problemas a futuro.
Si eres electricista, contratista o arquitecto, sabes que comprar materiales eléctricos de calidad es uno de los factores que más influyen para que una instalación funcione de manera segura y eficiente.
Esta checklist te va a ayudar a planear tus compras y asegurarte de que no te falte nada.
1. Cables de cobre THW-LS
El punto de partida de cualquier instalación es el cableado. Los cables de cobre THW-LS y THHW-LS son de los más usados en proyectos residenciales, comerciales e industriales, siempre que cumplan con los requisitos de carga y ambiente.
Soportan temperaturas de hasta 90 °C en ambiente seco y 75 °C en húmedo, además de ser de baja emisión de humo (Low Smoke).
Este tipo de cable es ideal para canalizaciones en conduit, porque ofrece excelente conductividad eléctrica y resistencia mecánica.
Al elegirlos, revisa el calibre adecuado según la carga que soportará el circuito (por ejemplo, 12 AWG para contactos generales y 10 AWG para circuitos de aire acondicionado).
También calcula bien los metros que vas a necesitar para evitar empalmes que puedan generar falsos contactos.
Una práctica que te puede ayudar es etiquetar cada rollo y cada tramo instalado para facilitar futuras revisiones o ampliaciones. De esta manera, cumples con la NOM-001-SEDE-2018 y garantizas más seguridad para los usuarios y facilitas el mantenimiento en el futuro.
2. Tubería conduit de PVC y galvanizada
El siguiente paso es proteger el cableado. La tubería conduit de PVC es ligera, económica y resistente a la humedad, lo que la hace perfecta para instalaciones embebidas en muros o losas.
Además, su superficie interior lisa reduce la fricción al jalar el cable. En cambio, en entornos industriales o en exteriores, la tubería conduit galvanizada es indispensable porque ofrece mayor resistencia mecánica y a la corrosión, protegiendo el cableado en lugares expuestos a impactos o condiciones ambientales severas.
Antes de instalar, mide los tramos y usa las conexiones (codos, coples y terminales) adecuadas para que el tendido quede alineado y sea seguro.
Un buen diseño de la red mejora la estética de la instalación y evita puntos de acumulación de humedad que puedan dañar el sistema.
3. Canaletas para organización de cableado
En proyectos donde el cableado queda visible, las canaletas son tus mejores aliadas. Estas piezas de PVC permiten organizar los cables ordenadamente, evita que se enreden y reduce riesgos de accidentes.
Son muy útiles en casas, oficinas, locales comerciales y áreas industriales donde se necesita acceder de manera fácil y rápida para dar mantenimiento.
Existen en diferentes anchos y con tapas desmontables, lo que facilita agregar o retirar cables sin afectar al resto del sistema.
Elige canaletas con retardante de flama y de tamaño adecuado para el número de conductores que alojarán, ya que un exceso de cables puede provocar sobrecalentamiento.
Además, planea bien su ubicación para que sigan líneas rectas y esquinas bien definidas, con esto lograrás un acabado profesional y fácil de inspeccionar.
4. Tableros eléctricos
El tablero de distribución es el corazón de cualquier instalación eléctrica, porque desde aquí se reparte la energía a cada circuito y se concentran las protecciones que mantienen el sistema seguro.
Un buen tablero debe contar con riel DIN, espacio suficiente para interruptores y una placa frontal que permita identificar cada circuito de forma clara. Esto es esencial para que cualquier persona pueda localizar y desconectar el circuito correcto cuando sea necesario.
En casas, departamentos o locales pequeños es común usar tableros compactos, pero siempre conviene dejar espacio para futuros circuitos.
En proyectos comerciales o industriales, lo ideal es elegir tableros con grado de protección NEMA 1 para interiores o NEMA 3R para exteriores, de modo que resistan polvo y humedad.
Ubicar el tablero a una altura accesible y en un lugar ventilado hará que los mantenimientos futuros sean más sencillos y reducirá el tiempo de respuesta en caso de fallas, manteniendo la instalación segura y confiable.
5. Interruptores termomagnéticos
Estos dispositivos son la primera línea de defensa ante cortocircuitos y sobrecargas. Los interruptores termomagnéticos interrumpen el paso de la corriente cuando detectan un fallo, protegiendo cables, equipos y personas.
Se encuentran en diferentes capacidades, desde 1 hasta 125 amperes, y en polos que van de uno a tres, dependiendo de si el circuito es monofásico o trifásico.
Selecciona cada interruptor según la carga de su circuito y el calibre de los conductores. Un error común es usar un interruptor de mayor capacidad que el cableado, lo que puede provocar sobrecalentamientos y aumentar el riesgo de incendios.
6. Contactos y apagadores
Para que una instalación eléctrica sea práctica, necesitas suficientes contactos y que estén bien distribuidos.
Los de 15 A y 125 V son los que se usan casi siempre en casas, y en negocios o talleres es mejor usar contactos polarizados o aterrizados, que son más seguros.
Los apagadores pueden ser sencillos, de escalera o de tres vías, según cómo quieras controlar las luces, ya sea desde un solo lugar o desde varios puntos.
Asegúrate de que los contactos y apagadores tengan certificación NOM, que es la garantía de que cumplen con las normas de seguridad en México.
En lugar de una capacidad fija, la NOM-001-SEDE y la NOM-003-SCFI-2014 establecen que los dispositivos deben cumplir con la capacidad nominal y de corriente indicada para su tipo de uso, asegurando que no representen riesgos de sobrecarga ni descargas eléctricas.
Instálalos en las alturas correctas y planea bien dónde van para no tener que usar extensiones por todo el espacio. Así ganas seguridad, comodidad y un acabado mucho más limpio.
7. Cajas y chalupas
Por último, no olvides las cajas de conexión y las chalupas. Estos accesorios son los que dan soporte y protección a contactos, apagadores y derivaciones de cables.
Existen de PVC, metálicas y tipo chalupa rectangular. Las metálicas son ideales para instalaciones industriales y de alta resistencia, mientras que las de PVC funcionan muy bien en entornos residenciales.
Instálalas a la profundidad y alineación correctas para que las tapas queden al ras de los muros, evitando huecos o desniveles que comprometan la estética y la seguridad. Además, asegúrate de fijarlas firmemente para evitar que se muevan con el uso diario de apagadores y contactos.
Una instalación eléctrica segura empieza por elegir bien lo que vas a usar. Tener esta lista a la mano te ayudará a comprar lo necesario y evitar contratiempos cuando ya estás trabajando.
Así puedes empezar, sabiendo que cada cable, tablero y contacto estará en su lugar y funcionando como debe.
Cuando vayas a comprar, busca distribuidores de material eléctrico de confianza, que te ofrezcan productos certificados y de buena calidad. Eso te dará la tranquilidad de que tu instalación quedará segura, duradera y lista para futuras ampliaciones sin complicaciones.













