Pan Mena cumple un siglo deleitando el paladar saltillense

Este 2025, llega a su centésimo aniversario el Pan Mena, tradicional establecimiento que por décadas ha deleitado el paladar de los saltillenses con uno de los productos alimenticios más emblemáticos de esta capital: el pan de pulque.

Situada al poniente de Saltillo en la Calzada Madero, donde otrora se ubicaba la villa tlaxcalteca, a cuyos habitantes se atribuye originalmente la elaboración del pan de pulque, la panificadora recibe diariamente a decenas de personas, tanto de esta ciudad como de otros lugares, que buscan llevar a sus hogares este manjar, para degustarlo con café, chocolate, atole y el también muy típico “champurrado”.

El fundador de este negocio, don Jesús Carlos Mena, relata que la receta del pan de pulque que ahí se ofrece, viene de principios del siglo pasado, siendo su abuela doña Dolores Guzmán viuda de Suárez, quien comenzó con la elaboración de este producto que con el paso de los años logró posicionarse en el gusto de las familias saltillenses.

Menciona que en sus primeros años, la panadería estaba ubicada cerca del Santuario de Guadalupe y posteriormente se estableció en la Calzada Madero, donde según comenta, no le auguraban mucho éxito al negocio.

En ese tiempo, comenta, se utilizaba para la cocción del pan el horno conocido como “de calabaza”, hecho de adobe, donde de manera artesanal se elaboraba las piezas para su venta al público y posteriormente adoptaron el horno giratorio de diésel que requirió de otros procedimientos para la elaboración, sin embargo, la receta original continuó siendo seguida al pie de la letra, manteniendo el sabor y aroma inigualable del pan de pulque.

Don Carlos agrega que al principio fueron tres variedades de pan las que se comercializaban en el establecimiento, siendo estas la empanada, así como también el muy conocido “mollete” de huevo y la “ranchera”, éste último elaborado de harina integral.

Con el tiempo, se fueron agregando también las semitas, las “trenzas” y el “pan obispo”, mismos que actualmente gozan de una gran aceptación entre la clientela.

Comenta también que diariamente son miles las piezas que luego de ser horneadas por las y los trabajadores de la panificadora, se colocan en los estantes para después ser llevados a la mesa de los saltillenses.

Hoy en día, la panadería Mena constituye un ejemplo de constancia y esfuerzo, cuyos productos, gracias a su reconocida calidad, han logrado mantenerse en la preferencia de los saltillenses y también de quienes llegan a esta ciudad de otras latitudes buscando probar el original pan de pulque, cuyo sabor es reconocible desde el primer bocado.

Actualmente, son los cuatro hijos de don Carlos quienes han asumido el reto de continuar con la tradición familiar elaborando fielmente el pan que desde hace un siglo, representa un símbolo de Saltillo y de su extraordinaria gastronomía que hoy por hoy, continúa destacando a nivel nacional e internacional. (ÁNGEL AGUILAR)