Seamos realistas, el Todopoderoso nos ha dotado de un carácter lo suficientemente fuerte y de la capacidad de superar todos los obstáculos por nosotros mismos, sin ayuda de nadie. Por muy perseverantes que seamos, a veces tropezamos y necesitamos que alguien o algo nos impulse hacia la meta. Sea cual sea esa meta.
Todo hombre siempre necesita un compañero, un amigo fiel con quien compartir hasta la última gota de alcohol, al que llamar cuando el coche lo deja tirado en medio de la carretera, con quien cotillear sobre su exnovia (con el alcohol que ya mencionamos)… Lo mismo ocurre con las chicas. Sobre todo con lo de la ex. Conclusión: somos seres sociales. Punto.
En línea con lo anterior, un amigo y compañero es deseable en todas partes, y en el gimnasio, quizás, más que en ningún otro lugar. ¿Por qué en el gimnasio? Porque nuestras visitas al gimnasio deben tener como objetivo llevar nuestro cuerpo al estado deseado (o deseable). La clave es el objetivo. El problema es que el proceso de llevar el cuerpo del estado actual al estado y la forma deseados suele requerir tiempo, esfuerzo y sudor. Y es más fácil en pareja. O en compañía de tres. O más.
Reflexionamos sobre las buenas razones para entrenar con uno o más compañeros. Y aquí están los resultados de nuestro esfuerzo intelectual…
No es genial que te dejen plantado
Domingo. Un día para el ocio. Estás tumbado en el sofá, viendo la sexta temporada de tu serie favorita quién sabe cuántas veces o apostando online en las casas de apuestas, listadas aquí, que ofrecen las mejores apuestas gratis… haces cualquier cosa que no implique actividad física. Pero le prometiste a tu amigo que harían ejercicios de pecho ese día al mediodía, y él está deseando levantar 100 kg en press de banca. Coges el teléfono y te inventas una excusa absurda: estás enfermo, has ido al baño diez veces esta mañana, etc. Mientras escribías tu diatriba, recibes un mensaje: «Hoy al mediodía. No me dejes plantado». Y, como no te queda otra, borras lo que has empezado a escribir, te levantas y preparas tu mochila de entrenamiento.
Bromas aparte, un estudio psicológico de la Universidad Stony Brook de Nueva York descubrió que los hábitos de entrenamiento de tus amigos y familiares afectan tu motivación personal para lo mismo. Cuanto más cerca estemos de un amigo que disfruta del ejercicio y es perseverante, mayores serán las probabilidades de que seamos víctimas del conformismo, en el sentido más positivo de la palabra.
Es más divertido en dos (o tres)
Seamos realistas: entrenar solo es un poco deprimente. Aunque seas un genio retorcido que desprecia al mundo, necesitas a alguien que se ría de ti y, por supuesto, alguien con quien reírte mientras gime, jadea y suda. Al fin y al cabo, alguien necesita capturar un momento del gimnasio, y la técnica del selfie no siempre está disponible. A menos que seas tan hábil con los dedos de los pies…
Nada de holgazanear
Cuando entrenas en pareja, no puedes robar tiempo. Alguien está ahí para contar tus ejercicios, animarte y motivarte para que aguantes hasta el final el último ejercicio… Y eso es importante. El mismo estudio reveló que el 64% de las chicas que entrenan no alcanzarían su propio límite si no hubiera nadie que las animara. Lo mejor es que esto es mutuo y recíproco.
Es menos probable que abandones
Las investigaciones indican que más del 40% de las personas abandonan las actividades colectivas, incluido el fitness, si las practican en solitario. Sin embargo, si practicas yoga, pilates o algún programa más exigente con un amigo, por ejemplo, Tabata, la probabilidad de abandonar se reduce significativamente y es de tan solo un 6%.
Entrenamiento y cafetería: más socialización
El gimnasio es uno de los lugares favoritos para pasar el rato. En la era de las redes sociales, cada vez hay menos lugares donde la gente se reúne y conoce físicamente, así que esta tendencia positiva es bienvenida. Según un estudio estadounidense, a más de la mitad de quienes hacen ejercicio les gusta tomar un batido o alguna otra bebida con sus amigos después de entrenar. Aquí tienes otra razón para ir a entrenar con amigos: sin duda pasarás más tiempo con ellos.
Cosa sexy
¿Has considerado entrenar con tu pareja? Deberías. Estudios han demostrado que las parejas que entrenan juntas muestran mayor satisfacción en su relación. Los psicólogos afirman que esta actividad potencia la atracción sexual. Podemos confiar en ellos o simplemente intentarlo…



