
Illinois, Estados Unidos.- Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Tecnología de Illinois, reveló que consumir una taza diaria de frijoles mejoró significativamente la salud de un pequeño grupo de personas con prediabetes, una afección en la que los niveles elevados de azúcar en la sangre casi han causado diabetes tipo 2.
“Nuestro estudio encontró que el consumo de frijoles ayudó a reducir significativamente el colesterol y la inflamación en las personas con prediabetes, aunque los niveles de glucosa no cambiaron”, señaló en un comunicado de prensa la investigadora Morganne Smith, candidata doctoral del Instituto de Tecnología de Illinois.
Esta es una buena noticia, ya que las personas con prediabetes con frecuencia tienen colesterol alto e inflamación crónica, los cuales aumentan su riesgo de otros problemas de salud crónicos, como la enfermedad cardiaca, señaló Smith.
En el estudio, los investigadores analizaron durante 12 semanas a 72 personas prediabéticas, quienes presentaron mejores niveles de colesterol gracias al consumo de garbanzos, mientras que los frijoles negros influyeron en la disminución de la inflamación.
Para aumentar la relevancia de la investigación, los científicos decidieron ampliar el experimento con personas que no se encontraban bajo ningún tipo de control de laboratorio. A ellas se les pidió que consumieran una taza de frijoles negros, garbanzos o arroz durante 12 semanas.
Se tomaron muestras de sangre al inicio, a las 6 y a las 12 semanas de la prueba para analizar los niveles de colesterol, inflamación, los niveles de glucosa, así como la tolerancia a esta tanto al inicio como al final del experimento.
En el grupo que consumió garbanzos, el colesterol disminuyó considerablemente, pasando de un promedio de 200.4 miligramos por decilitro al inicio del estudio a 185.8 miligramos después de 12 semanas.
En quienes consumieron frijoles negros, el nivel promedio de la interlucina-6 (un marcador inflamatorio) fue de 2.57 picogramos por mililitro al inicio del estudio y se redujo hasta 1.88 al final, aunque no se observaron cambios relevantes en los marcadores del metabolismo de la glucosa.
“Estos hallazgos podrían utilizarse para fundamentar las normativas dietéticas, a los profesionales clínicos o los programas de salud pública centrados en la prevención de enfermedades cardíacas y diabetes”, aseveró la coautora de la investigación.
Smith también recalcó que “hay muchas maneras de incorporar legumbres a la dieta habitual como una forma económica de apoyar la salud general y reducir el riesgo de enfermedades crónicas”. “Puedes licuarlos para espesar la base de una sopa, añadirlos como aderezo para ensaladas o combinarlos con otros cereales como el arroz o la quínoa”, sugirió.
Los expertos recomiendan incluir las legumbres (ya sean enlatadas, secas o congeladas) en el régimen alimenticio en lugar de productos menos saludables. Sin embargo, debe tener cuidado con otros componentes adicionales en los productos que compre, como la sal o el azúcar.
Para la siguiente etapa del proyecto, los científicos planean examinar cómo el consumo de frijoles y garbanzos influye en la salud intestinal de las personas. (EL HERALDO)
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