AVISO DE CURVA

El Plan México: presencias y ausencias

A mediados de enero, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Plan México. Para algunos especialistas, este es el documento económico más importante de los últimos años, pues fija las metas y define la estrategia para impulsar el desarrollo del país.

El primer propósito es convertir a México en una de las diez economías más fuertes del mundo para 2030. El desafío es mayúsculo, y eso que es solo una de 13 grandes metas que el gobierno mexicano pretende alcanzar.

Por ejemplo, también busca elevar la inversión hasta el 28 % del PIB, cuando actualmente no llega al 25 %. Otra meta es crear 1.5 millones de empleos adicionales en la manufactura especializada y estratégica, siendo que este sector podría verse afectado por las políticas de Donald Trump. Las demás metas enfrentarán obstáculos similares, o incluso mayores.

Sin embargo, según lo expresado por la presidenta, existe un plan para lograrlo. La clave es promover un desarrollo económico equitativo y sustentable. Además, como se desprende del documento, la educación es una parte fundamental de la estrategia.

Justo aquí vale la pena detenerse para resaltar una curiosidad metodológica presente en el Plan México. El Gobierno de la República adopta un equilibrio discursivo caracterizado por la presencia y ausencia simultánea de conceptos elementales para el desarrollo.

Es decir, el Plan México contiene ideas clave para enfrentar la situación económica y social del país. Pero al mismo tiempo se aleja de algunas nociones económicas básicas, como la productividad y el crecimiento económico; tal vez estén ahí, aunque de forma fragmentada y difusa.

La búsqueda de equidad y la prosperidad compartida se identifican explícitamente como componentes centrales de la estrategia. Cerrar brechas sociales y regionales y disminuir la pobreza y la desigualdad son sin duda metas relevantes para las prioridades y necesidades urgentes del país.

Los objetivos de equidad y de formación de profesionistas y técnicos coinciden con el reciente “Informe de pobreza y equidad en México” del Banco Mundial y con los planteamientos de los ganadores del Premio Nobel de Economía en 2019, Esther Duflo y Abhijit V. Banerjee.

Ambos referentes académicos concluyen que el crecimiento económico inclusivo y sostenible y la educación son el camino rumbo a la reducción de la pobreza y la garantía de que las oportunidades lleguen para todos.

Ahora bien, el Banco Mundial y los economistas Duflo y Banerjee también nos muestran la otra cara de la moneda: las ausencias del Plan México.

Tanto uno como el otro señalan que, aunque el crecimiento económico por sí solo no es suficiente para abatir la pobreza, sí es esencial para mejorar el bienestar, ya que genera riqueza y mejores empleos. No obstante, el Plan México no menciona un objetivo claro para aumentar el PIB, ni establece una meta de crecimiento para 2030.

Algo similar sucede con la productividad. No se menciona de manera explícita, ni parece ser parte de la estrategia. El hecho es que para Duflo y Banerjee la productividad es fundamental para impulsar el crecimiento económico a través de la innovación y la eficiencia en la producción.

Conviene aclarar que el documento presentado es preliminar, por lo que todavía se puede revisar y agregar estas ideas clave en cualquier momento.

Autor

Rubén Olvera Marines
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