Lo diferente
La mayoría de los seres humanos reconocemos a Dios de una u otra forma. En torno al tema siempre existirán puntos de vista, debates, contradicciones y paradojas en las que fuera de la solemnidad religiosa, difícilmente, se llega al acuerdo absoluto.
El estudio de la mística, a diferencia de la religión, tiene su punto de partida en el encuentro personal con la divinidad. En ese contexto la fenomenología ha centrado su estudio en la experiencia religiosa precisando que Dios no es algo que realmente se pueda llegar a conocer, sino por el contrario, es algo indescriptible, indescifrable, en otras palabras, lo totalmente: Otro.
Dios no existe. La afirmación es precedida por la reflexión que dicta que existe solamente aquello a lo que podemos atribuirle un comienzo y un final, un tiempo y un espacio. A Dios no se le atribuyen ninguna de estas características, por lo tanto, Dios no existe, Dios simplemente: Es.
De esta manera lo apunta Hugo Hiriart, reconocido escritor galardonado en 1972 con el Premio Xavier Villaurrutia y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, en su más reciente producción ensayística: “Lo Diferente, iniciación en la mística”, editorial Penguin Random House, 2021, al referir que para entender un poco más lo anterior podríamos pensar en una figura geométrica o en un número. Un círculo puede representarse, pero no existe como tal; el número 2 de igual forma tiene una “existencia diferente” a un elefante o una silla. Existe lo que se destruye, ni un círculo, ni el número 10 pueden destruirse, son inmateriales y atemporales.
Ameno y elocuente, el maestro Hiriart indaga, reflexiona y pone sobre la mesa de la discusión interior las diferencias entre religión y mística; lo sagrado y lo profano; el bien y el mal; la certeza y la creencia. Cada capítulo se desarrolla de forma breve con amplias referencias a filósofos como Ludwig Wittgenstein, Simone Weil o Rudolf Otto, así como a los propios maestros del autor, José Gaos, Luis Villoro y Gallegos Rocafull.
Una lectura diferente, porque como bien cita el autor: “Dios es lo diferente, aquello a lo que no puede aplicarse ningún predicado. De Dios no sabemos nada, ni nada podremos saber, porque Dios no se parece a nada”.
Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.
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