Alrededor de 1.6 millones de adolescentes dan a luz cada año en la región. El costo total de esto es de 15 mil 300 millones de dólares al año; la carga financiera, un alarmante 88,2%, la llevan las jóvenes. Una inversión de 1,8 millones de dólares para anticonceptivos y educación sexual integral permitiría reducir la tasa media de fecundidad en un 36% para 2026.
Santiago de Chile, Chile.- El costo total del embarazo en adolescentes y la maternidad temprana en 15 países de América Latina y el Caribe se estima en 15.300 millones de dólares al año. En promedio, esto representa el 1% de Producto Interno Bruto (PIB), aunque en países como Panamá y Surinam asciende hasta el 3%, según un informe presentado este lunes por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
El estudio, El precio de la desigualdad: Las consecuencias socioeconómicas del embarazo en adolescentes y la maternidad temprana en América Latina y el Caribe, explica que el embarazo y maternidad temprana afectan profundamente la trayectoria de vida de las adolescentes, perjudican su desarrollo psicosocial, y llevan a resultados precarios en materia de salud para ellas y sus hijos e hijas.
A pesar de que el Estado paga un costo considerable por el embarazo en adolescentes, que es un obstáculo para el desarrollo socioeconómico, la gran mayoría de la carga financiera, un alarmante 88.2%, la llevan las adolescentes de 10 a 19 años.
Tanto por los gastos de salud relacionados con el embarazo en adolescentes como por la potencial pérdida de ingresos fiscales debido a los menores ingresos de las madres jóvenes, el Estado asume 1800 millones de dólares al año del costo total estimado.
“Las vidas se truncan y los sueños se aplastan bajo el peso de la maternidad temprana”, dijo Susana Sottoli, directora regional del UNFPA. “Adolescentes que deberían estar llenando las aulas, conquistando el mundo, quedan atrapadas en un círculo de pobreza, desigualdad y oportunidades perdidas”.
El informe consolida resultados de diversos estudios realizado por la agencia de la ONU entre 2019 y 2024 en: Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Surinam.
Embarazo adolescente: causa y consecuencia de la desigualdad
El estudio presenta el embarazo en adolescentes como “un grito de alarma sobre una crisis silenciosa que socava el futuro de América Latina y el Caribe”. Este es una causa y una consecuencia de la desigualdad, perpetúa el ciclo de pobreza, y limita las oportunidades socioeconómicas para las jóvenes y sus familias, comparado con las mujeres que fueron madres a edad adulta.
El embarazo en adolescentes está altamente vinculado a las uniones tempranas y violencia sexual, especialmente en menores de 15 años.
Las mujeres que tuvieron su primer hijo en la adolescencia tienen menos estudios que las que fueron madres a partir de los 20 años, una madre adulta tiene tres veces más probabilidad de culminar sus estudios universitarios. Posteriormente, al entrar al mercado laboral, tiene ingresos hasta tres veces más altos que mujeres que tuvieron su primer hijo en la adolescencia.
Además, existen diferencias entre los países, y hay importantes desigualdades al interior de los mismos. Las adolescentes más pobres, rurales, de menor nivel educativo, que pertenecen a grupos indígenas y afrodescendientes presentan mayor porcentaje de embarazos. Por ejemplo, las adolescentes afrodescendientes tienen un 50% más de probabilidades de ser madres que otras comunidades.
Aunque se ha progresado en la reducción de las tasas de fecundidad adolescente, el ritmo de reducción disminuyó durante la pandemia.
Aún hoy, la tasa de fecundidad adolescente en la región es la segunda más alta del mundo, después de la del África Subsahariana, y 1.6 millones de adolescentes dan a luz cada año en toda América Latina y el Caribe. Esto equivalente a una adolescente siendo madre tempranamente cada 20 segundos.
Un llamado a la acción colectiva
Para hacer frente a esta crisis y acelerar los resultados, UNFPA ha hecho un llamado a que se otorgue prioridad a la prevención del embarazo en adolescentes a través de la inversión en estrategias que han contribuido a su reducción.
Un total de 35 entidades regionales, entre ellas gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, del sector privado, bancos multilaterales y organizaciones internacionales ha trabajado colectivamente en el Movimiento Cero Embarazos en Adolescentes.
Este movimiento pretende convertirse en el motor regional para hacer del embarazo en adolescentes una prioridad imprescindible para el desarrollo regional, promover opciones de financiación innovadoras, y generar datos y evidencias para guiar políticas y programas.
Actualmente, existen experiencias exitosas de algunos países en la región que han resultado en disminuciones de hasta 50 % de la tasa específica de fecundidad adolescente en un periodo relativamente corto de tiempo. Las medidas que han demostrado ser de mayor eficacia son:
* Diseñar estrategias nacionales de reducción del embarazo en adolescentes con participación de todos los sectores y niveles del Estado y la sociedad civil
* Garantizar el acceso informado a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad, incluyendo métodos anticonceptivos modernos, especialmente de larga duración
* Crear leyes que prohíban el matrimonio infantil y las uniones tempranas
* Promover la participación y el empoderamiento de las adolescentes
* Asegurar el acceso a educación integral sobre sexualidad
Entre las acciones de mayor impacto, resalta la priorización de las inversiones en comunidades en situación de mayor vulnerabilidad. Un ejemplo de este enfoque es la alianza entre el UNFPA, el Gran Ducado de Luxemburgo y la República de Irlanda, enfocada en mejorar los servicios de salud para adolescentes, proporcionar educación sexual culturalmente sensible, y empoderar a jóvenes y mujeres en 26 comunidades afrodescendientes, criollas, garífunas y miskitas de cinco países (Belice, Costa Rica, Honduras, Guatemala y Panamá).
Inversión de 1.8 millones de dólares para reducir la tasa un 36%
El UNFPA calcula que una inversión de 1.8 millones de dólares para anticonceptivos y educación sexual integral, así como otras acciones recomendadas, permitiría reducir la tasa media de fecundidad en un 36% para 2026 en estas comunidades.
“Los datos y la experiencia nos demuestran que prevenir el embarazo en adolescentes es tanto una buena inversión como un imperativo ético”, dijo Sottoli.
“En efecto, por cada dólar invertido en la prevención del embarazo en adolescentes, en el UNFPA estimamos un retorno de entre USD 15 y USD 40, dependiendo del país”. Esto se basa en cálculos del costo de oportunidad y el impacto de las intervenciones para reducir las tasas de fecundidad adolescente. (ONU NOTICIAS)
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