Colaboraron especialistas de Piedras Negras y Saltillo para llevar a buen término el nacimiento de su bebé.
Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coahuila operaron con éxito a la señora Rosa “N” de 30 años, a quien se le retiró un absceso cerebral, logró recuperarse y pudo dar a luz a su tercera hija, gracias a la coordinación del trabajo multidisciplinario del personal de los Hospitales Generales de Zona (HGZ) No. 11 en Piedras Negras, No. 2 y No. 1 en Saltillo.
El pasado 25 de abril del 2024, Rosa regresaba de dejar a la segunda de sus tres hijas en el kínder y comenzó a sentir hormigueo en sus manos. Minutos después, llegó a casa de un familiar y ahí notó que comenzó a temblar la parte izquierda de su rostro y una de sus manos.
Metros antes de llegar a su casa pidió ayuda a unas personas; ya había perdido incluso la habilidad de hablar. Cristian, su marido, la llevó de inmediato al área de Urgencias del HGZ No. 11 donde fue atendida por el personal médico ya que presentaba convulsiones parciales en la parte izquierda de su rostro.
Rosa cursaba apenas la semana 23 de su embarazo. Se le realizó una tomografía, gracias a la cual identificaron una masa tumoral (absceso) en el cerebro, que era la causa de las convulsiones.
Durante su hospitalización y en medio de la preocupación por su salud y la de su bebé, Rosa recibió una agradable sorpresa, ya que las enfermeras y la jefa del departamento de ginecología y obstetricia, doctora Juanita Maltos Esquivel, le organizaron un baby shower.
Mónica Lizeth Cruz Campos, enfermera general; María Luisa Campos Carranza, subjefa, y la jefa de piso, Liliana Ramos Martínez, adscritas a este departamento, fueron las enfermeras encargadas de hacer menos difícil la estancia de Rosa en el hospital, ya que le dieron a la paciente el aliento necesario para seguir adelante pese a su enfermedad.
Su caso se derivó a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 25 de Monterrey, donde se indicó que Rosa debía permanecer en el HGZ No. 11 al menos durante 40 días para mantener una vigilancia estrecha por su embarazo. Al final, su estancia se prolongó 20 días más, ya que la respuesta al tratamiento no había sido la esperada.
Después de este periodo y al mostrar mejoría, Rosa fue enviada al HGZ No. 2 de Saltillo, donde a través de nuevos estudios se observó que el absceso tenía el tamaño de una pelota de golf y estaba alojado en el lóbulo frontal derecho, que está relacionado con funciones como el control del movimiento voluntario, el comportamiento, la memoria y el lenguaje.
“La lesión se encontraba con un edema maligno (acumulación de líquido anormal), que se desplazaba a la línea media cerebral, lo cual es uno de los criterios médicos y quirúrgicos de gravedad en un paciente neurológico”, explicó el neurocirujano de esta unidad, doctor José Roberto Valdés Carrizales.
Se determinó que era conveniente realizar una extracción del absceso para prevenir un deterioro mayor en la paciente, sin embargo, por encontrarse casi al término de su embarazo, era importante primero realizar una cesárea a fin de evitar perjudicar a su bebé.
Rosa fue enviada al HGZ No. 1 de Saltillo, hospital de gineco obstetricia, en donde la cuarta hija de Rosa, Victoria, nació el jueves 18 de julio de 2024. “Debido al deterioro neurológico que la paciente presentaba, era vital atenderla cuanto antes para evitar complicaciones como un trabajo de parto antes de tiempo, una mortalidad intrauterina alta o un desprendimiento de placenta”, dijo el gineco-obstetra, doctor Jorge García Chavarría, quien realizó la intervención.
La jefa del servicio de Obstetricia del HGZ No. 1, doctora Ariadna Ristori y el doctor García Chavarría, señalaron que no hay antecedentes de mujeres embarazadas con este tipo de patología neurológica en este hospital.
Destacaron la labor del personal multidisciplinario involucrado en su atención y la coordinación en la toma de decisiones anteponiendo siempre el bienestar de la paciente y su bebé.
Posterior a la cirugía, Rosa fue ingresada nuevamente al HGZ No. 2 donde el viernes 19 de julio se le realizó cirugía a cargo del médico neurocirujano José Roberto Valdés Carrizales, con el objetivo de drenar el absceso, lo que permitió una adecuada disminución de la inflamación cerebral.
Sin embargo, a pesar de que el absceso fue retirado en su totalidad, la acumulación de líquido persistió, lo que ocasionó un deterioro que implicó la realización de otra cirugía cuatro días después, gracias a la cual se obtuvo mejoría.
El médico explicó que este tipo de abscesos son poco frecuentes y detalló que los edemas como el de Rosa ponen en riesgo la vida una vez que comienzan a desplazar la línea media del hemisferio cerebral por más de 5 milímetros.
La paciente fue egresada y volvió al HGZ No. 11 de Piedras Negras ya en compañía de su bebé. Aunque fueron dadas de alta luego de algunos días, tras la realización de un nuevo estudio de imagen se detectó que seguía presentando datos de edema cerebral, por lo que se le indicó que era necesario una tercera intervención, la cual se efectuó satisfactoriamente en el servicio de neurocirugía del mismo hospital.
Tras una evolución post quirúrgica positiva fue dada de alta, con indicación de seguimiento por el servicio de rehabilitación para ir recuperando poco a poco la movilidad en las cuatro extremidades, que fue una de las secuelas posteriores a la cirugía.
Al principio, Rosa acudía a sus citas de seguimiento en silla de ruedas. Actualmente ya puede caminar por sí misma, lo que le ha permitido incorporarse poco a poco a sus actividades cotidianas e incluso cargar a la menor de sus cuatro hijos.
El doctor Mauro Antonio García Rodríguez, subdirector del HGZ No. 11, dijo que este fue el primer caso que este hospital de Segundo Nivel atiende a un paciente bajo esas condiciones y atribuyó el éxito del tratamiento a la coordinación entre hospitales y médicos para sacar adelante a la madre y a su hija.
TUVIERON EL APOYO PARA ENFRENTAR LA ADVERSIDAD
Rosa, en compañía de su esposo y su bebé, Victoria, compartió que hubo momentos en los que la desesperación por no ver a sus hijos y el miedo de lo que iba a pasar, la hacían querer rendirse, sin embargo, la compañía de su esposo Cristian fue clave para mantenerse serena y confiar en el personal médico que la atendió tanto en Saltillo como en Piedras Negras.
“Estamos grandemente agradecidos por parte del IMSS por toda la ayuda y la paciencia que tuvieron y pues gracias a ellos aquí está mi esposa y aquí está mi bebé, sanas y salvas”, dijo Cristian.
“Yo aquí por mis hijos más que nada me fui adelante, si tengo que estar bien por mis hijos, adelante, lo que sea, pero pensar y poner la fe en dios y no perderla nunca”, externó Rosa.
Actualmente, Rosa continúa en seguimiento médico por el servicio de neurocirugía del HGZ No. 11. Su médico tratante, el neurocirujano Geovanni Antonio Valadez Altamira, mencionó que la paciente tiene un buen pronóstico de vida y que la etapa más complicada de su proceso ya la superó, sin embargo, permanecen atentos a su evolución para asegurarse de que su salud permanezca óptima. (EL HERALDO)
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