El uso de la tecnología digital representa un avance innegable y una herramienta esencial en la vida cotidiana. Sin embargo, junto con sus beneficios, también trae riesgos significativos. Uno de los más preocupantes es el ransomware, un tipo de ciberataque que afecta tanto a individuos como a empresas y gobiernos.
El ransomware es un tipo de software malicioso (malware) que bloquea el acceso a un equipo o sistema y, en muchos casos, exige un pago para restaurarlo. Sin embargo, los ciberdelincuentes emplean diversas estrategias para estafar: pueden insertar textos o archivos que la víctima no creó, distorsionar la pantalla, robar contraseñas y datos personales, realizar transferencias bancarias no autorizadas o efectuar compras fraudulentas.
El crecimiento del uso de la tecnología en México también ha aumentado la vulnerabilidad ante ataques cibernéticos. Según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2023:
- 97 millones de personas usaban internet (81.2 % de la población de seis años o más).
- 97.2 millones de personas utilizaban un teléfono celular (81.4 % de la población).
- 43.8 % de los hogares contaban con una computadora (laptop, tablet o de escritorio).
Estos datos reflejan a un México digitalizado, pero también evidencian la necesidad urgente de fortalecer la ciberseguridad. Muchos ciberataques son mediáticos y están registrados, pero muchos otros permanecen desconocidos.
El Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias de la Cámara de Diputados documentó varios ataques de ransomware en el país, entre ellos los siguientes:
El ciberataque al Banco de México (2018) hecho sucedido en abril de ese año cuando varios bancos detectaron transferencias no autorizadas por montos de entre 400 y 800 millones de pesos. La investigación reveló una infiltración continua hasta por un año y medio antes de ser detectados.
Otro caso: PEMEX (2019): El 10 de noviembre, la petrolera estatal sufrió un ataque de ransomware. Los hackers exigieron un rescate de 568 bitcoins (aproximadamente 4.9 millones de dólares).
No se salvó la Lotería Nacional (2021): en mayo, el grupo de hackers Avaddon expuso documentos sensibles de pagos, pólizas y bases de datos desde 2009 hasta 2021.
Hasta la SEDENA (2022): en septiembre, la Secretaría de la Defensa Nacional sufrió un hackeo masivo, lo que llevó a la filtración de documentos confidenciales, expuestos por medios como Forbes México.
Sobre los ciberataques no documentados, se tiene poca información; sin embargo, el informe Tendencias en los departamentos legales de LATAM: Reporte 2024 revela que México y Perú lideran el aumento de ataques por ransomware en la región. Además, México ocupa el sexto lugar a nivel mundial en ciberataques, lo que confirma la necesidad de adoptar medidas de seguridad más estrictas.
La digitalización del sistema jurídico mexicano representa una gran oportunidad para modernizar la justicia y hacerla más accesible. Sin embargo, la creciente vulnerabilidad ante ciberataques pone en riesgo tanto a instituciones como a ciudadanos.
Este tema nos obliga a reflexionar sobre el impacto de la tecnología y la urgencia de implementar estrategias de ciberseguridad más robustas.
La pregunta ya no es si ocurrirá un nuevo ataque, sino cuándo y qué tan preparados estaremos para enfrentarlo.
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