Actualmente el caos se puede manifestar en el universo, o en la naturaleza y por supuesto también en la sociedad. En está las personas se comportan de una forma muy diferente a las bases, valores, normas y tradiciones, produciendo un gran cambio radical en las relaciones personales que tienen un inevitable resultado de confusión o desorden. Ahora todos los días, es cotidiano escuchar en los círculos sociales y los medios de comunicación que matar, robar, tener vicios, ser irresponsables, deshonestos, mentirosos, infieles, corruptos son comportamientos normales, ya no causan asombro alguno.
La palabra caos proviene de la palabra griega: Χάος Kháos o cháos que significa abismo o vacío que existía antes de que las cosas existieran, hace referencia a lo impredecible. En el diccionario de la Real Academia Española significa estado amorfo e indefinido que se supone anterior a la ordenación del cosmos, es decir, existe una falta de organización, agitación y tumulto, producido por el alboroto de una aglomeración que causa comportamientos violentos y sin sentido. A partir de la segunda mitad del siglo XX aparece el concepto de la Teoría del caos, el matemático Edward Lorenz en 1963, es su predecesor, elabora una serie de ecuaciones para predecir el tiempo en la atmósfera y ver gráficamente el comportamiento de sus ecuaciones mediante ordenadores.
En las reuniones sociales podemos percibir el caos, donde se acostumbran pláticas de eventos no tan agradables que les sucedieron a otras personas, por ejemplo: El socio de fulanito le robó millones. El novio le dio tal golpiza a fulanita que la dejó inválida. Le destrozaron el auto y el infeliz se dio a la fuga. Que si la amiga de fulanita anda con su marido. Circulan rumores en el círculo de amigas de las intimidades de una de sus integrantes. Lo mató porque al robarlo no traía dinero. Estos son algunas situaciones de comportamientos negativos que poco a poco se van haciendo normales, llevan directo al caos.
En los medios de comunicación podemos leer en los titulares: pandilleros siembran el pánico tras incendiar taller. Agrede a perrito con un bate. Chofer provoca aparatoso choque por ir viendo el celular. Agreden en grupo a joven. Pirómano suelto en la ciudad. Aumenta el número de niños influencers. Hay más divorcios que casamientos. No pongo las noticias de la nota roja por obvias razones, pero esta situación la vivimos diariamente, un mundo lioso, turbio y con una gran falta de valores. El caos se caracteriza por un comportamiento que no tiene rumbo fijo, no tiene un patrón fijo, se comporta de manera caótica, y ese comportamiento depende de circunstancias inciertas.
La buena noticia es que después del caos viene la calma, el equilibrio y la estabilidad, esperemos que este sistema de odio, enfermedad, falta de amor, violencia, entre otros, que asfixia a la sociedad, llegue a su límite y se destruya por sí solo, para que surja un nuevo sistema que proponga una nueva manera de relación entre las personas, debemos comprender que el orden en todos los sentidos es necesario. Se debe esperar un nuevo orden, un nuevo inicio. Sócrates acertaba al decir que el vicio es el resultado de la ignorancia, la virtud es el conocimiento de actuar de manera justa.
Para vivir en cordialidad es necesario confiar en los semejantes, respetarlos, colaborar con ellos para tener una mejor calidad de vida. No desarrollar el odio en nuestro interior, sino al contrario alimentar la empatía y la compasión, aceptar las diferencias, saber escuchar, eso nos permitirá disfrutar las pequeñas cosas que se nos presentan diariamente en nuestro caminar por la vida. Estar bien interiormente es estar bien exteriormente, recordemos que damos lo que somos y lo que reflejamos. Le propongo querido lector que empecemos por difundir ya un cambio en nuestra sociedad para dejar de vivir en el caos.
Autor
-
Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros.
Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.
Otros artículos del mismo autor
OPINIÓN23 marzo, 2025DEJA LA QUEJA
OPINIÓN16 marzo, 2025SIN PRISA, PERO SIN PAUSA
OPINIÓN9 marzo, 2025ALTO A LA VIOLENCIA
OPINIÓN2 marzo, 2025TULIPANES