Descubren que Ozempic también podría ser un tratamiento efectivo contra el alcoholismo

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Washington DC, Estados Unidos.- Un estudio publicado en ‘JAMA Psychiatry’ reveló que la semaglutida (comercializado con el nombre de Ozempic), medicamento utilizado para tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad, podría ayudar a reducir el consumo de alcohol.

El ensayo, realizado con 48 personas con signos de trastorno por consumo de alcohol moderado, mostró que quienes tomaron dosis bajas de semaglutida durante nueve semanas redujeron su ingesta de alcohol en un 40% en comparación con quienes recibieron un placebo.

“Esperábamos ver una reducción, pero no que el efecto fuera tan significativo”, afirmó el Dr. Christian Hendershot, autor principal del estudio. Los participantes también reportaron menos episodios de consumo excesivo y menos ansias de beber, lo que sugiere que este fármaco podría ser una nueva opción para tratar el trastorno por consumo de alcohol, que afecta a casi 30 millones de personas en Estados Unidos.

Los participantes pasaron dos horas en una sala de laboratorio provista de sus bebidas alcohólicas preferidas; una vez antes de empezar a tomar el fármaco y otra después. Los participantes en el estudio también informaron cuánto habían bebido cada día durante nueve semanas.

Quienes tomaron la semaglutida siguieron bebiendo con la misma frecuencia que quienes tomaron el placebo. Pero en el segundo mes del estudio, las personas que tomaban semaglutida bebían en promedio casi un 30 por ciento menos en los días en que consumían alcohol, frente a una reducción media de alrededor del dos por ciento en el grupo del placebo.

Los efectos sobre el consumo de alcohol fueron mayores de lo previsto por los investigadores, dados los datos anteriores sobre otros medicamentos para el trastorno por consumo de alcohol, dijo Christian Hendershot, director de investigación clínica del Instituto de Ciencias de la Adicción de la Universidad del Sur de California y autor principal del estudio.

Ha habido tantas investigaciones sobre fármacos como la semaglutida y el alcohol, que “ni siquiera se les puede seguir el ritmo”, señaló W. Kyle Simmons, profesor de farmacología y fisiología de la Universidad Estatal de Oklahoma, quien actualmente dirige un ensayo sobre los efectos del medicamento en el trastorno por consumo de alcohol.

Los investigadores han teorizado que ese efecto podría extenderse a toda una serie de conductas adictivas. Eso podría explicar por qué, entre un pequeño subconjunto de personas del estudio que fumaban cigarros, quienes tomaron semaglutida experimentaron un mayor descenso en el número promedio de cigarros que fumaban al día.

Aunque los resultados son prometedores, los expertos advierten que se necesitan ensayos más amplios y prolongados para confirmar estos efectos, especialmente en personas con trastornos más graves. Además, la semaglutida no redujo la frecuencia del consumo, sino la cantidad por ocasión, lo que podría ser útil para quienes buscan moderar su ingesta sin abstinencia total.

Si futuros estudios confirman estos hallazgos, los medicamentos GLP-1, como Ozempic, podrían revolucionar el tratamiento del consumo excesivo de alcohol y otras adicciones. (EL HERALDO)

 

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Agencias