ALGO QUE VALE LA PENA LEER

Cervantes o la crítica de la lectura

“Don Quijote pierde dos veces el juicio: primero, cuando lee; después, cuando es leído. Pues ahora, en vez de comprobar la existencia de los héroes antiguos, deberá comprobar su propia existencia. Lo cual nos conduce a otro nivel de la lectura crítica”. Carlos Fuentes.

A cincuenta años de su publicación, escrito entre julio de 1972 y agosto de 1975, el conjunto de ensayos: “Cervantes o la crítica de la lectura” (reimpreso para México por editorial Alfaguara en 2023), se encuentra más vigente que nunca. Como parte de su discurso de ingreso al Colegio Nacional, uno de los máximos exponentes del boom latinoamericano, Carlos Fuentes logró embarcar en un viaje de doce apartados, historia, trascendencia, análisis e interpretación literaria, no solamente del fundador de la novela europea moderna, sino de todo el contexto que influyó para volver universal “una nueva manera de leer el mundo”.

Fuentes, navega desde el desglose histórico y político propio del Siglo de Oro, hasta la relevancia de comprender los distintos matices que puede ofrecer la interpretación lectora para alcanzar su propósito completo. Sin duda, las míticas aventuras del ingenioso hidalgo son asimiladas con una luz diferente cuando traducimos el juicio, el reproche, la crítica. Cervantes no lo dijo, el personaje desequilibrado de su obra, sí. Es el fantasma de la locura quien realiza precisas embestidas contra la iglesia y el orden establecido de su tiempo, polemiza banalidades y defiende la libertad de pensamiento a través de dos canales precisos de comunicación: El del héroe épico, de lenguaje universal que idealiza y cree, Don Quijote, y el de ciudadano real, común y cotidiano que duda, Sancho.

Una excepcional recomendación de lectura, al igual que el propio Quijote, pues como bien cita Fuentes: “Es una maravillosa experiencia leerlo hoy, cuando el acto de la lectura ha sido condenado al basurero de la historia por los melancólicos profetas del milenio electrónico, minuciosamente asistidos por los escritores de lo ilegible: El lenguaje del anunciante, el tartamudeo acronímico del burócrata y el clisé satisfecho del best-seller sensacionalista”.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.

Autor

Alberto Boardman
Alberto Boardman
Columnista