Saltapatrás
Una de las principales banderas enarboladas por ya saben quién –y de cuyo nombre no quiero acordarme- durante los 18 años que duró en campaña era el combate a la corrupción, pero durante todo ese tiempo jamás pudo ofrecer una explicación de su estrategia para combatirla. Su repetitiva respuesta siempre fue que ese tema, había que barrerlo como las escaleras, de arriba hacia abajo y que, si el presidente era honesto, los gobernadores y los presidentes municipales serían honestos. Así de simplista su explicación y su estrategia.
Un sexenio de gobierno cuatrotero nos demostró que ni sabía gobernar, ni nunca le encontró la cuadratura al círculo en muchos temas, pero particularmente en los de seguridad, la administración de los recursos públicos y la corrupción. En su administración se perpetró el más grande fraude en la historia de nuestro país.
A través de Segalmex se ‘desaparecieron’ alrededor de 16 mil millones de pesos, sin que se haya llegado como se prometió al fondo de la investigación, empleando el tan socorrido lugar común de ‘caiga quien caiga’. Nadie cayó, no hay un solo detenido y al que era director de la dependencia lo premiaron otorgándole un puesto dentro de la secretaría de Gobernación, con lo que le garantizaron una capa protectora para que la ley no lo alcanzara.
Y bueno, como dicen en mi rancho, muerto el perro, se acabó la rabia. Para ‘desaparecer’ el problema, la mejor solución fue exterminar la dependencia. Ya no hay Segalmex, no pueden investigar una instancia que no existe, y por lo tanto decidieron no castigar a funcionarios de un organismo de gobernó que ya no existe ¿Y los 16 mil millones de pesos que se ‘birlaron’? Ese es un caso para la mano pachona, no para los gobiernos cuatroteros que jamás van a investigar a uno de los suyos, al contrario, siempre les tienden un manto protector.
Por ello a nadie sorprende el hecho de que en su más reciente informe del Índice de Percepción de la Corrupción que elabora periódicamente la Organización Transparencia Internacional, en el correspondiente a 2024, México haya caído 14 lugares al pasar del lugar 126 al 140 de 180 países evaluados.
De hecho, Transparencia Internacional refiere dentro de su informe 2024 que el Poder Judicial en México, “cuya puntuación como país es la más baja hasta el momento, no ha logrado tomar medidas contra casos de corrupción emblemáticos, como Odebrecht y Segalmex”.
A nivel latinoamericano, de acuerdo con el documento, solo Uruguay, Chile y Costa Rica, alcanzaron una puntuación aprobatoria, mientras que México solo resultó mejor calificado que Guatemala, Honduras, Haití, Chile y Costa Rica. A nivel mundial, además de nuestro país, otros países que obtuvieron su más baja puntación desde que se iniciaron este tipo der mediciones de la percepción de la corrupción, se ubican Austria, Bangladés, Brasil, Cuba, Francia, Alemania, Haití, Hungría, Irán, México, Rusia, Sudán del Sur, Suiza, los Estados Unidos y Venezuela.
La clasificación se da en una escala de 0 (los más corruptos) a 100 (los menos corruptos). Si bien históricamente en la medición de los Índices de Percepción de la Corrupción México nunca ha salido bien evaluado, esta ha sido la peor calificación en su historia.
A partir de la primera alternancia en México, de acuerdo con una infografía publicada por el portal de noticias La Silla Rota, al finalizar el sexenio del panista Vicente Fox la calificación fue de 33 puntos; seis años después Felipe Calderón terminó su administración con 34 puntos; el priista Enrique Peña Nieto bajó la calificación a los 28 puntos al momento de dejar el cargo; mientras que el anterior presidente –de cuyo nombre no quiero acordarme- al dejar la presidencia dejó a nuestro país con 26 puntos, la peor calificación desde que se realizan este tipo de ejercicios.
Esto significa que, en materia del combate a la corrupción, la principal bandera empleada por el 18 años candidato a la presidencia de México, la primera administración cuatrotera resultó un rotundo fracaso, como también lo fue en otras materias, y que poco a poco empezarán a brotar las
consecuencias de las acciones emprendidas por quien consideraba que gobernar ‘no tenía chiste’, pero que no solo no pudo erradicar, sino que incrementó a niveles históricos, los niveles de corrupción, impunidad, inseguridad, endeudamiento, entre otras cosas más, en las que tristemente México dio un ‘saltapatrás’.
laotraplana@gmail.com
X= @JulianParraIba
Autor
- Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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