Nueva York, Estados Unidos.- En un gesto poco frecuente, el Papa Francisco envió una carta a los obispos de Estados Unidos donde afirmó que “lastiman la dignidad de muchos hombres” e instó a la Iglesia de ese país “a no ceder ante las narrativas que discriminan y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y refugiados“.
El pontífice dio el extraordinario paso de abordar la represión migratoria de Estados Unidos en una carta dirigida a los obispos del país, quienes han criticado las expulsiones alegando que perjudican a los más vulnerables.
El Papa Francisco, ha hecho de la atención a los migrantes una prioridad de su papado, exigiendo a los países que acojan, protejan, promuevan e integren a aquellos que huyen de conflictos, de la pobreza y de desastres climáticos. Francisco también afirmó que espera que los gobiernos hagan todo lo posible dentro de los límites de sus capacidades.
En la misiva, enviada, apuntó que “en estos delicados momentos que viven como Pastores del Pueblo de Dios”, subrayó que “la conciencia rectamente formada no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, de manera tácita o explícita, la condición ilegal de algunos migrantes con la criminalidad”.
Y aunque, “se debe reconocer el derecho de una nación a defenderse y mantener a sus comunidades a salvo de aquellos que han cometido crímenes violentos o graves mientras están en el país o antes de llegar”, no se puede deportar “a personas que en muchos casos han dejado su propia tierra por motivos de pobreza extrema, de inseguridad, de explotación”, aseveró.
El Papa Francisco alegó además que “un auténtico Estado de Derecho se verifica precisamente en el trato digno que merecen todas las personas, en especial, los más pobres y marginados” y que “el verdadero bien común se promueve cuando la sociedad y el gobierno, con creatividad y respeto estricto al derecho de todos, acogen, protegen, promueven e integran a los más frágiles, desprotegidos y vulnerables”.
Y añadió que, aunque es necesario una regulación para una migración ordenada y legal, sin embargo,” no puede construirse a través del privilegio de unos y el sacrificio de otro”.
“Lo que se construye a base de fuerza, y no a partir de la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano, mal comienza y mal terminará”, advirtió el Papa sobre la política migratoria implementada por Trump.
Francisco concluyó reconociendo el esfuerzo de todos los obispos que trabajan de manera cercana con los migrantes y refugiados: “¡Dios premiará abundantemente todo lo que hagan a favor de la protección y defensa de quienes son considerados menos valiosos, menos importantes o menos humanos!”
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró a una semana que Trump asumiera el poder, que más de 8 mil personas habían sido arrestadas en acciones de control migratorio. Algunos han sido deportados, otros están detenidos en prisiones federales y otros están retenidos en la Base Naval de la Bahía de Guantánamo, en Cuba, instalaciones que fueron habilitadas para recibir deportaciones de migrantes por órdenes del Departamento de Estado estadounidense. (EL HERALDO)
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