A LA BÁSCULA

A las pruebas

En su columna ‘Pico Norte’ en La Otra Plana, el periodista Melitón García, puso los puntos sobre varías íes en relación con los territorios de varios estados de nuestro país, donde la violencia se ha enseñoreado y transmiten la imagen de ingobernabilidad, ligado con los dichos del presidente norteamericano Donald Trump como argumento para la aplicación de los aranceles a nuestro país: las eventuales alianzas del gobierno mexicano con los cárteles del crimen organizado.

Melitón cuestiona las manifestaciones de enojo e indignación de la presidenta mexicana, que las considera fingidas, porque no pide pruebas como en otros temas, ya que en una de esas los gringos le toman la palabra y hacen publica la información que tienen, y que podría salpicar a muchos personajes de la política mexicana, de todos los partidos.

Regiones y estados completos de nuestro país, aun algunos de los que si algo presumían era de la paz y la tranquilidad con la que vivían sus habitantes, como Tabasco que era un edén, y hoy está sumido en un baño de sangre. Solamente en los últimos cinco días, una oleada de violencia ha dejado más de 38 muertes violentas, por lo que este jueves llegaron 300 elementos de la Sedena para sumarse a las tareas del llamado ‘Operativo Olmeca’.

El gobernador Javier May Rodríguez, en más de una ocasión ha aludido a Adán Augusto López –ex secretario de Gobernación y actual coordinador de la bancada de Morena en el Senado de la República-, de haber permitido en sus tiempos de gobernador tabasqueño, el ingreso de los grupos del narco a la entidad, y su liga –así como a su interino en la gubernatura-, con los cárteles de la droga.

En Tamaulipas, otro gobernador morenista y protegido por el ex presidente de cuyo nombre no quiero acordarme, Américo Villarreal, tiene a Tamaulipas sumido en un ambiente de terrorismo, porque los grupos delincuenciales han

sembrado muchos caminos rurales con bombas antipersonales que ya han dejado víctimas mortales. Y a este mandatario se le liga como operador de la campaña que llevó a la gubernatura a Rubén Rocha Moya en Sinaloa, y quien habría sido el contacto para recabar fondos para la campaña, con los grupos de la sierra.

El propio Rocha Moya, quien fue desnudado con una carta del Mayo Zambada de haber participado en los hechos en los que el narco fue llevado a Estados Unidos, pero de los que también se desprendió el asesinato Héctor Melesio Cuen, el enemigo político del –todavía- mandatario sinaloense, en rededor del cual se realizó un montaje montado por su fiscalía, y que fue descubierto por la FGR.

Sinaloa ya va camino a cumplir cinco meses sumido en la peor de las violencias, y Rubén Rocha Moya ha recurrido a un cinismo superlativo para evitar dar la cara y hacer frente a la realidad.

Otros estados como Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Veracruz, desde hace un buen tiempo que la ingobernabilidad en la que se vive, son clara muestra de que el control lo tienen los grupos del narco, porque hay ausencia de autoridades. Mandatarios de otras entidades no saldrían bien librados en la prueba del polígrafo, algunos que están en funciones como el de Zacatecas, de Chiapas, de Colima, o que ya dejaron el puesto como el de Morelos.

Medio país podría encajar en ese supuesto subrayado por el gobierno estadounidense.

Por eso, escribe el columnista Melitón García la presidenta “no exige pruebas, porque capaz y que los gringos las hacen públicas; en el fondo creo que debe estar aterrada de que un día las acusaciones se conviertan en acciones y los americanos vengan por los sospechosos, como lo hicieron con El Mayo Zambada”.

Y yo añadiría, más cuando como zopilotes, hay embarcaciones y aeronaves de Estados Unidos, merodeando por territorio mexicano, sobre todo por el lado en el que más fácil se accede a las costas de Sonora y Sinaloa.

El hecho de pausar la aplicación de los aranceles, al cabo, será provisional y seguro Trump volverá con fuerza, porque siempre tendrá un motivo para

hacerlo, sobre todo en la medida que obtiene de inmediato lo que pide cuando lanza sus amenazas. Difícilmente un problema que se dejó crecer por años y que más recientemente se alentó con abrazos en vez de balazos, va a ser solucionado y va a desaparecer en un mes.

Pero como dicen los abogados, suponiendo sin conceder que así sea, que en un mes como si fuera magia se desapareciera el problema del fentanilo y las caravanas de migrantes rumbo al norte, Trump tiene, como dijera el columnista Raymundo Riva Palacio, el arma cargada sobre su escritorio: le queda el argumento de que combatirá en su propio territorio a los cárteles mexicanos, ahora que él solo se otorgó el permiso de hacerlo, al clasificarlos como grupos terroristas.

Mejor ir cediendo en vez de pedir pruebas, porque en una de esas nadie sabemos quiénes puedan salir salpicados.

laotraplana@gmail.com

X= @JulianParraIb

 

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.