Ser selectivos al explotar los productos del mar para su preservación

 

En la actualidad es necesario considerar el manejo del hábitat y el ecosistema, es decir, tomar en cuenta a todas las especies, puntualizó

Ciudad de México.- En materia de pesquería, los retos son entender cómo funciona el ecosistema y cuál es el papel de la calidad del hábitat en la abundancia de las especies explotadas, qué pasa con las alteraciones provocadas por efecto del calentamiento global en los océanos, así como las variaciones en temperaturas, salinidades y oxígeno disuelto, entre otros fenómenos.

El investigador de la Unidad Mazatlán del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, Felipe Amezcua Martínez, explicó lo anterior y agregó que es necesario documentar que los impactos de las alteraciones, producto de la actividad del ser humano, tendrán consecuencias en la abundancia, distribución y ciclo de vida de las especies acuáticas y en la pesca.

La disminución de las variedades de importancia no necesariamente está vinculada a su explotación, existen algunas que no se capturan, pero también tienen alteraciones en su cantidad, precisó.

El cambio global, mencionó, implica varias situaciones, entre ellas su repercusión en la disponibilidad de alimento, modificaciones en el comportamiento de las especies, la estructura de los ecosistemas, etcétera, además de estar relacionado con la acumulación de residuos contaminantes, agotamiento de recursos, transformaciones en el hábitat, por ejemplo.

En México la pesquería es una actividad de importancia en términos de seguridad alimentaria, pero también en la generación de divisas: 35 mil millones de pesos anuales, aproximadamente. Los estados más productivos en este sector son Sonora, Sinaloa y Baja California, entre otros, dijo Amezcua Martínez.

Se trata del conjunto de especies que se explotan, el hábitat y las personas asociadas a esta práctica, entre ellos los pescadores. En este caso, el medio ambiente es esencial porque los humanos lo estamos alterando.

Es un rubro que genera empleos directos e indirectos como las plantas de procesamiento, congeladoras, enlatadoras, por ejemplo. Existen más de 20 mil empresas pesqueras, además de unidades de producción acuícola, embarcaciones mayores como buques camaroneros, embarcaciones menores como pangas, entre otras.

Para nuestro país es redituable; sin embargo, en su práctica por lo general se aplican modelos poblacionales, es decir, cómo crecen las especies, cuándo y a qué edad se reproducen, por ejemplo, pero esta forma de manejar las pesquerías solo toma en cuenta a algunas, como si no hubiera más, expuso al impartir la conferencia Pesquerías en México ante escenarios de Cambio Global.

Durante el Seminario Una salud global, organizado por el Programa Universitario de Alimentos, el especialista universitario agregó:

Además, son multiespecíficas porque en la captura del camarón también se atrapa gran cantidad de peces y otros organismos. Entonces, si solo tomamos en cuenta a esa especie como si nada más existiera, estamos ocasionando alguna afectación al resto sin que se cuantifiquen los daños que eso genera.

Otra forma de manejo es por tallas mínimas: si se sabe cuándo una se reproduce y a qué edad, se cuida a los juveniles para permitir que alcancen la madurez y se reproduzcan.

En contraste, si el procedimiento no es selectivo, se captura a otras especies o hembras preñadas, y tampoco se considera la cadena alimenticia. Con frecuencia se desconocen los procesos que regulan a las especies que se explotan.

De acuerdo con el científico, por lo general la ciencia pesquera se enfocó en unos objetivos simples, pero aun así no se logró evitar el colapso o la sobreexplotación de varias especies en el mundo. En la actualidad es necesario considerar el manejo del hábitat y el ecosistema, es decir, tomar en cuenta a todas las especies. (UNAM)

 

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El Heraldo de Saltillo
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