EN EL TINTERO

Rodrigo Paredes fuera del IEC; el vacío de liderazgo que marcó su gestión

El Instituto Electoral de Coahuila (IEC), organismo clave para la democracia en el estado, enfrenta hoy un duro golpe tras la destitución de Rodrigo Germán Paredes Lozano como consejero presidente.

Esta resolución, tomada por el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), llega después de más de un año de denuncias, investigaciones y polémicas. Las irregularidades graves acreditadas por el INE —que aún pueden ser impugnadas— no solo cobraron su primera víctima, sino que dejaron en evidencia un órgano electoral sumido en conflictos internos y falta de profesionalismo.

Desde el inicio de su gestión, Paredes Lozano mostró un estilo confrontativo que marcó una administración plagada de revanchismo político. Una de sus primeras acciones fue despotricar contra su antecesora, Gabriela de León Farías, a quien acusó públicamente de una serie de irregularidades que, hasta hoy, no han sido comprobadas. Este ataque sorpresivo causó desconcierto, pues De León Farías dejó un historial reconocido por su buen desempeño.

Sin embargo, las desavenencias no quedaron solo en el pasado. Los conflictos internos del consejo local del IEC se intensificaron, con consejeros y consejeras que continuamente se señalaban errores en las sesiones, luego vinieron las referencias personales e insultos a través de las redes sociales mediante indirectas, una actitud que echó por tierra cualquier profesionalismo. Esto se sumó a la falta de transparencia, nombramientos inadecuados, gastos excesivos en viáticos y un uso cuestionable de los recursos públicos.

Un ejemplo destacado fue el despido arbitrario del encargado de las urnas electrónicas en pleno proceso electoral, una decisión que, además de generar críticas, tuvo un impacto operativo y financiero significativo.

Durante el proceso electoral para la gubernatura, los desacuerdos llegaron al extremo de exhibirse en cada sesión pública. La tensión entre los miembros del consejo dejó al descubierto una administración incapaz de generar consensos y liderar con eficacia. En medio de este escenario, el consejero presidente mostró poca tolerancia a la crítica y tomó la decisión de denunciar a un periodista de renombre, un acto que no prosperó, pero que reflejó su falta de comprensión sobre el rol de la prensa en una democracia.

Las irregularidades administrativas también fueron contundentes. El INE acreditó que Paredes Lozano nombró a funcionarios en posiciones clave sin cumplir los requisitos establecidos, como títulos profesionales en áreas prioritarias como adquisiciones y coordinación de urna electrónica.

El IEC, una institución que debería ser sinónimo de integridad y transparencia, hoy enfrenta una crisis que pone en entredicho su capacidad para cumplir con su propósito. La resolución del INE sobre Paredes Lozano debe verse como un parteaguas para replantear la manera en que se elige y se supervisa a quienes lideran este tipo de organismos. El perfil que el INE designe para ocupar la vacante no solo debe contar con las competencias técnicas necesarias, sino también con una probada calidad ética y liderazgo para reconstruir la confianza ciudadana.

Por ahora, la responsabilidad provisional quedará en manos de uno de los seis consejeros actuales, mientras el INE designa al perfil más adecuado para ocupar la vacante de manera definitiva. Con una elección judicial en puerta, que representa un desafío considerable, es crucial que el próximo titular del IEC reúna experiencia, profesionalismo y liderazgo para enfrentar las demandas de este proceso y restaurare la confianza en la institución.

 

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Jessica Rosales
Jessica Rosales
Reportera desde enero de 2000. Fundadora de la Agencia de Noticias Digital UNIMEDIOS. Actualmente titular del noticiero Capital Noticias 91.3FM en Saltillo y Coordinadora de Contenidos de Capital Media Coahuila. Escribo la columna “En el tintero” que difunde El Heraldo de Saltillo, La Otra Plana y Capital Coahuila.
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