AVISO DE CURVA

Inicio prometedor

Javier Díaz inicia una nueva historia del Gobierno municipal en momentos en que Saltillo es reconocida como una de las ciudades más seguras y competitivas del país. El reto es por partida doble y las expectativas están en su punto más alto.

Aun cuando los principales indicadores sociales y económicos se encuentran en el top nacional, gobernar la capital de Coahuila no será tarea sencilla.

Los efectos no deseados, pero inevitables, de la industrialización y urbanización representan los principales obstáculos a superar en ciudades de rápido crecimiento como Saltillo.

No resulta difícil identificar al tráfico vehicular, transporte urbano, servicios municipales, delitos del orden común y convivencia social, entre otros temas prioritarios. Es innegable que algunos de estos desafíos se han acentuado en los últimos años.

Considerándolo todo, los primeros días de Díaz como presidente municipal de Saltillo lucen prometedores.

Más allá de los proyectos anunciados, algunos de los cuales se esperaban desde hace años, la actitud prudente que Javier Díaz ha asumido en sus primeras intervenciones ante estos retos ha llamado la atención. La templanza es la mejor consejera para resolver problemas públicos complejos.

Por ejemplo, en materia de seguridad, el alcalde recibe una ciudad segura, blindada frente a delitos de alto impacto, con el indicador de homicidios dolosos y violentos a la baja. Díaz no dudó en valorar este logro, pero dijo no conformarse.

Reconoció que hay cosas por hacer respecto a otros delitos que prevalecen en algunas zonas de la ciudad. Entre los problemas con mayor incidencia se encuentran el robo, la violencia doméstica, riñas vecinales e incluso el consumo de sustancias. El robo a casa habitación, en particular, sigue asolando a varias colonias y barrios de Saltillo.

Tener una percepción realista y concreta de la seguridad municipal conduce a mejores políticas públicas. Por lo pronto, el nuevo edil expresó que seguirá apostado por la coordinación entre los tres órdenes de gobierno, con las fuerzas armadas y la Guardia Nacional. También anunció inversiones en tecnología de vigilancia urbana y rural en apoyo a la Policía Municipal.

Es verdad que en los últimos años las autoridades municipales se han esmerado en mejorar la seguridad, movilidad, imagen urbana, convivencia social y servicios públicos. Como resultado, Saltillo se ubica entre las ciudades más habitables del país.

Pero esos logros nunca serán definitivos o suficientes para una ciudad que atrae permanentemente trabajadores de otros estados, crea nuevos fraccionamientos, abre áreas comerciales o incrementa su parque vehicular. Máxime si, como también señaló el alcalde, se pretende gestionar más inversiones.

Además, para la mayoría de los saltillenses, lo que distingue a un buen presidente municipal de uno regular es su capacidad de ser proactivo y decidido frente a los problemas, sin recámaras y sin rodeos.

A eso me refiero cuando digo que para Javier Díaz el reto de gobernar la capital es doble: la exigencia ciudadana es mayúscula y los desafíos son considerables.

Vendrán otras decisiones cruciales, quizás en materia de transporte urbano. Sin embargo, hay confianza de que se elegirán el camino y la dirección correctos.

 

Autor

Rubén Olvera Marines
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