Ciudad de México.- Para esta Noche Vieja, los mexicanos tendrán que encontrar un reemplazo para las tradicionales uvas o bien invertir hasta 180 pesos para adquirir un kilo de este fruto.
De acuerdo con comerciantes de mercados y tianguis en la Ciudad de México, el precio ronda entre los 150 y 180 pesos por kilo, por lo que incluso se ha optado por no tener el producto disponible para los consumidores.
“No la trajimos (uva), está muy cara, la gente no la está pagando”, comentó un vendedor de frutas en la Alcaldía Iztapalapa.
De acuerdo con datos históricos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados, la uva Thomson, una de las más preferidas por su calidad, color y sin semilla, se ha vuelto el gasto más elevado para los comerciantes minoristas de los últimos 20 años.
Tan solo en 2015, alcanzó un precio récord de 64.83 pesos por kilo, cifra que no se veía desde 1998.
Mientras que al cierre de 2024, su costo se elevó a los 129.69 pesos por kilo, cantidad a la que aún se le tiene que añadir el costo de comercialización para el consumidor final.
Incluso tomando como referencia este año, en enero, cada kilo de uva para reventa al menudeo, se adquiría en la Central de Abastos de Iztapalapa en casi 61 pesos por kilo, por lo que el precio actual prácticamente se duplicó.
Con datos al 20 de diciembre, la uva globo, la de menor precio, reportó un aumento de 40 por ciento anual, impulsado principalmente por el mayor consumo en esta temporada, pero también por una menor disponibilidad y hasta por el mayor costo a la hora de importar, según información de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
“El precio de la uva de mesa registró nuevamente incrementos en forma notoria, la oferta actual no es muy amplia, el alza se atribuye a que su consumo aumenta al final de este mes.
“Por otra parte, la totalidad de la fruta es de importación, lo que implica gastos mayores para su ingreso al País”, detalló el grupo en un análisis.
En México, el año pasado se produjeron 385 mil toneladas de uva, mientras que el consumo anual per cápita fue de 2.1 kilos, según datos del Servicio Nacional de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Finalmente, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) explicó que, el consumo de uvas para el cierre de año es una tradición de origen español que surgió entre los productores para aprovechar las cosechas abundantes. (AGENCIA REFORMA)
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