Nueva York, Estados Unidos.- La organización Human Rights Watch acusó este jueves 19 de diciembre al Gobierno de Israel del crimen de lesa humanidad de “exterminio y actos de genocidio” en la Franja de Gaza, un “patrón de conducta” que, junto con las declaraciones públicas de varios dirigentes del país sugiriendo la aniquilación de los palestinos en el enclave, podría constituir un “crimen de genocidio”.
En un extenso informe de 185 páginas, la organización defensora de derechos humanos denuncia que las autoridades israelíes han privado “deliberadamente” a la población civil palestina de Gaza de un acceso adecuado al agua desde octubre de 2023, lo que constituye un crimen de lesa humanidad.
“Human Rights Watch concluye que durante el último año las autoridades israelíes han infligido intencionadamente a la población palestina de Gaza ‘condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial’”, denuncia la organización, citando parte de la definición del crimen de genocidio en el derecho internacional.
“Esta política, infligida en el marco de una matanza masiva de civiles palestinos en Gaza, significa que las autoridades israelíes han cometido el crimen de lesa humanidad de exterminio, que sigue en curso. Esta política también equivale a un ‘acto de genocidio’ en virtud de la Convención sobre el Genocidio de 1948”, agrega.
El informe documenta cómo Israel ha negado intencionadamente a los gazatíes el acceso a agua potable para beber y las condiciones mínimas de saneamiento necesarias para la supervivencia humana básica.
Según la OMS, una persona necesita entre 50 y 100 litros de agua al día para satisfacer sus “necesidades básicas”. En situaciones de emergencia prolongadas, la cantidad mínima de agua puede reducirse a entre 15 y 20 litros al día para beber y lavarse.
Ante las acusaciones de HRW, el Gobierno israelí negó acusaciones anteriores de genocidio calificándolas de “totalmente infundadas” y negó categóricamente utilizar el hambre como arma de guerra.
En una publicación en ‘X’, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí señaló que el grupo estaba “una vez más difundiendo sus libelos de sangre… La verdad es completamente opuesta a las mentiras de HRW”.
El informe de 179 páginas dice que “desde octubre de 2023, las autoridades israelíes han obstruido deliberadamente el acceso de los palestinos a la cantidad adecuada de agua necesaria para sobrevivir en la Franja de Gaza”.
Se señala que Israel daño intencionalmente la infraestructura, incluidos paneles solares que alimentan plantas de tratamiento, un depósito de agua y un almacén de repuestos, al tiempo que bloqueaba el combustible para los generadores y que Israel también cortó el suministro de electricidad, atacó a los trabajadores de reparación y bloqueó la entrada a Gaza de materiales de reparación.
Por su parte Israel ha negado vehementemente esas acusaciones, que considera “totalmente infundadas” y motivadas por el antisemitismo. Afirma que no ha causado daño intencional a civiles en Gaza y que sólo está luchando contra Hamás. (EL HERALDO)
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