CÁPSULAS SARAPERAS

El plano de 1919

En esta ocasión te platico de un tesoro que se encontró casualmente mi amigo Paco de la Peña en la oficina de su primo, Alejandro Pepi de la Peña, quien es el presidente de la Cámara Nacional del Comercio en Saltillo, la cual por cierto fue la segunda en fundarse en nuestro país después de la de la Ciudad de México, pero volvamos a la historia, a la historia del tesoro que está colgado en la oficina de la CANACO Saltillo.

Hace algún tiempo Paco visitó a su primo Alejandro en la CANACO, y estando observando la oficina se dio cuenta que tienen colgado un plano de nuestra hermosa ciudad de Saltillo, el cual data del año de 1919, levantado y publicado a iniciativa del Gobierno de Coahuila, cuyo ejecutivo era el Lic. Gustavo Espinoza Mireles, y podría asegurarle estimada y estimado Saltillense que la impresión fue patrocinada por varios empresarios, pues en el marco, es decir alrededor del mismo plano, hay 23 anuncios publicitarios de cuyos establecimientos al día de hoy solo siguen ofreciendo sus servicios la propia CANACO Saltillo, cuyo presidente era en ese entonces Francisco Fuentes Beráin.

El plano de aquel Saltillo, el cual era pequeño pero hermoso, fue elaborado en aquellos años cuando los números telefónicos era de tres dígitos, como el de la Ferretería y Tlapalería de Braulio Cavazos Dávila, cuyo número de teléfono era el 242.

Saltillo estaba conformado por 323 manzanas y 79 calles. La calle de Allende ya tenía ese nombre; al norte daba hasta los solares donde hoy esta la calle de presidente Cárdenas, al igual que la de Hidalgo, pero esta hacia el sur terminaba en la calle de Fundición, la cual hoy llamamos Alfredo V. Bonfil. Por cierto la V es de Villa. Nuestra hoy larguísima calle de Abasolo en 1919 era pequeña o corta, ya que sólo constaba de 8 cuadras.

Hace más de 100 años nuestra hermosa ciudad de Saltillo terminaba al noreste con la colonia Leona Vicario, al sur con la calle de la Fundición, al este con los dos panteones que colindan, aún en nuestros días, con las vías del tren, mientras que al este la última calle que teníamos era la llamada calle del Rastro.

Muchas calles, de hecho la mayoría, mantienen los mismos nombres, salvo algunas como la calle Purcell que se llamaba de Xóchitl, o bien nuestra calle de Obregón que tenía por nombre Netzahualcóyotl; o bien la de Pérez Treviño que antes se llamó Venustiano Carranza, pero en 1919 era llamada como Iturbide. Un plano tan bien detallado que se notaba la división que existía en nuestra Alameda Zaragoza.

En aquel año, cuando en nuestra hermosa ciudad de Saltillo habitaban 35 mil 600 personas, la calle más pequeña que teníamos era la de Jiménez. Sin embargo, el mismo plano da señales de la importancia económica que tenía ya nuestra ciudad pues se anunciaban negocios de Monterrey, Laredo y Eagle Pass, Texas. Por cierto, ya para esos años aquí se vendían sombreros “Stetson” los cuales era importados directamente por el señor Jesús Rodríguez, quien tenía su negocio en la esquina de Aldama y Padre Flores.

Si en alguna ocasión, estimada y estimado Saltillense, se encuentra un tesoro de nuestra ciudad, como lo fue con mi amigo Paco, hágamelo saber para así poder compartir la historia de Saltillo, la cual vale la pena presumir.

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.