A LA BÁSCULA

Crónica anunciada de un fracaso

La proclividad y la simpatía que ha mostrado la presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Tadei, hacia los proyectos de la autoproclamada cuatroté, no le sirvieron de nada al momento de la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025, el primero que ejercerá la presidenta Claudia Sheinbaum, ya que el Instituto fue uno de los organismos que resultó más afectado con la reasignación de 44 mil 421 millones de pesos que hicieron los diputados federales, al recortarle 13 mil 476 millones de pesos.

De esta manera, al INE solamente le asignaron 7 mil millones de pesos para organizar la elección judicial que tendrá lugar el año entrante y que, por la complejidad de la operatividad, especialistas consideran que será de alrededor de 30 por ciento más grande que la presidencial.

Es incongruente que en la medida que al INE le hayan incrementado sus atribuciones y funciones, le hayan reducido de manera tan drástica el presupuesto para su operatividad.

La complejidad del proceso para elegir jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial de la Federación no lo será solamente para quienes lo organizarán, sino para los propios ciudadanos que son los menos interesados en todo este brete ¿En realidad hay tanto interés como para pensar que la gente va a ir a votar en este proceso especial y extraordinario?

En procesos electorales formales recientes que se han realizado en nuestro país, la participación ciudadana ha sido del 61% en la presidencial de este año 2024 (más de 60 millones de sufragios), en la que Claudia Sheinbaum resultó triunfadora con más de 35 millones de votos (59 por ciento de los ejercidos).

En la intermedia federal de 2021, la participación ciudadana fue de 52.7 por ciento, y en la de 2018, en la que fue electo Andrés Manuel López Obrador, participó 63.4 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal. Con todo y que no son las ideales, las cifras de participación en estos tres procesos mencionados son bastante aceptables.

Sin embargo, en la pasada administración se llevaron a cabo dos elecciones extraordinarias, los resultados de participación ciudadanos no son tan buenos.

En la elección para que los ciudadanos decidieran mediante el voto popular el enjuiciamiento a los expresidentes, de los más de 93 millones de ciudadanos inscritos en la Lista Nominal, solamente se ejercieron 6 millones 658 mil votos, que significa apenas 7.1 de participación ciudadana. Un abstencionismo del 92.9 por ciento.

Si bien el proceso no fue vinculante por la baja participación, lo único que dejó ese proceso, fue un costo para el presupuesto del INE, pero ninguna otra consecuencia en ningún otro sentido.

También en la pasada administración federal, se realizó el proceso de revocación de mandato, para que la ciudadanía en las urnas decidiera si se le revocaba el mandato al presidente López Obrador, o ratificarlo en el puesto. Si bien el manejo de las preguntas fue amañado y manejado más como un proceso de ratificación que de revocación, electoralmente fue un fracaso.

De un padrón de más de 93 millones de personas, votó muchísimo menos del 40 por ciento que se requería para que fuera vinculante. Acudieron a las urnas poco más de 16 millones, de los cuales 15 millones votaron por el ‘que siga’, poco más de un millón porque se le revocara, y 280 mil votos nulos.

Esto es, si la elección hubiese sido entre mil personas, 824 no habrían votado, 162 habrían apoyado al presidente, 11 habrían estado en favor de la revocación, y tres habrían anulado su voto. Una participación de apenas 17 por ciento.

Con esos antecedentes en procesos no formales, y dada la complejidad de las formas en que los ciudadanos podrán tener acceso a la información de los perfiles que aspiran y se han postulado para ser jueces, magistrados y ministros, la previsión y proyección es que, electoralmente será un rotundo fracaso. Con mayor razón ante el brutal recorte del presupuesto del INE para el año entrante que, para realizar este proceso de elección judicial a nivel nacional, dispondrá de un presupuesto de 7 mil millones de pesos.

Si conociendo los nombres de los candidatos a presidente de la república, senadores, diputados federales, gobernadores, diputados locales y presidentes municipales, para seleccionar a quienes queremos que nos

gobiernen o nos representen, el abstencionismo es el principal distintivo del electorado mexicano ¿Usted cree que la gente va a salir a votar en junio? ¿Usted estará dispuesto a ir a votar frente a una enorme lista de aspirantes y con un reducido número de casillas que le obligarían a andar buscando el lugar donde podría sufragar?

Esta parece ser la crónica anunciada de un fracaso electoral. Al tiempo.

laotraplana@gmail.com

X: @JulianParraIba

 

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.